Para los argentinos amantes del básquetbol en general y de la NBA en particular, la continuidad -o no- de Emanuel Ginóbili será la situación que con más expectativa se vivirá hasta el inicio de la próxima temporada. Sin embargo, para San Antonio es tan sólo una de las múltiples incógnitas que asoman en el futuro cercano.
En realidad, con la campaña finalizada tras la eliminación en la primera ronda de playoffs a manos de Golden State, las preguntas ya están sobre la mesa. ¿Cómo seguirá la vida de la franquicia más exitosa de los últimos 20 años?
Ya se sabe que Manu descansará y evaluará en el próximo par de meses si continúa en la liga. La determinación es toda suya: el año pasado firmó un contrato por dos años y 5 millones de dólares, pero para el segundo es con opción de jugador, es decir que él tiene la libertad para cumplirlo o no.
Pero detrás del argentino hay muchos nombres cuya permanencia en el equipo no está garantizada. Por empezar, no fueron pocos los que se preguntaron por Gregg Popovich. El entrenador sufrió el golpe más duro de su vida la semana pasada, al perder a su compañera de más de cuatro décadas, Erin. Sin embargo, se presume que el coach estará listo para regresar al trabajo y conducir al equipo por 22ª temporada al hilo.
Entre los jugadores, resulta más sencillo empezar por los que sí continuarán con seguridad, porque son los menos. LaMarcus Aldridge, el llamado a ser el segundo hombre en importancia del equipo, se convirtió ante la ausencia de Kawhi Leonard en el líder dentro de la cancha. Al menos según el vínculo que firmó, le quedan tres campañas vestido de negro y plata.
Patty Mills disputó 41 partidos desde el arranque y no faltó a ninguno de los 87 que jugaron los Spurs en la temporada. Parece tener su lugar asegurado. Su vínculo, firmado a mediados del año pasado, dura hasta el fin de la temporada 2020/21.
Pau Gasol tiene tres años más de contrato (el último, parcialmente garantizado) y ya avisó que su intención es continuar en la franquicia.
Pese a que su relación contractual finalizará en estos días, Tony Parker también dejó claro que su deseo es retornar para el próximo campus de entrenamientos. Fuera de la cancha, deberá negociar un nuevo vínculo; dentro de ella, acostumbrarse a ya no ser titular.
Dejounte Murray, perimetral relevo que se fue ganando un lugar en el quinteto inicial, está apenas transcurriendo su primer contrato (fue drafteado en 2016), por lo que su continuidad no corre peligro.
Entre los que tienen un compromiso asumido en forma de firma, el último es el del caso más polémico: Kawhi Leonard. La idea inicial, mientras el alero encaraba la recuperación a principios de la campaña actual, era ofrecerle una extensión en este receso que viene. El MVP de las finales 2014 culminará su relación con la franquicia en 2020, cuando tiene la opción de jugador y puede convertirse en agente libre. Tratándose de una de las mayores estrellas de la NBA, San Antonio pretendía asegurárselo ofreciéndole un contrato máximo de 5 años y 219 millones de dólares.
Sin embargo, la poca claridad de su recuperación (pasa mucho tiempo lejos de sus compañeros, con un equipo propio en Nueva York) y los no pocos rumores de una ruptura con la franquicia hacen pensar en que su salida sea una opción viable.
Si los Spurs no le estiran el contrato, se verán muy probablemente obligados a negociarlo, ya que le quedará sólo una temporada atado al equipo y en la siguiente podría irse como agente libre, sin dejarle nada a cambio a San Antonio. Muchos hinchas aquí sienten que está especulando con unirse a unos Lakers que también tienen en la mira a LeBron James y a Paul George.
Más allá de un rendimiento que está a años luz del que supo tener, Danny Green sigue siendo una pieza importante para el grupo. Y al igual que Rudy Gay, son dos jugadores que en este verano estadounidense tendrán la opción de jugador. Si la rechazan, se convertirán en agentes libres sin restricciones, lo que les permitiría firmar con el equipo de su gusto. La misma suerte corre para el francés Joffrey Lauvergne.
Los agentes libres restringidos serán los jóvenes Kyle Anderson, Bryn Forbes y Davis Bertans. Sus casos implican que pueden recibir ofertas de otras franquicias, pero que San Antonio tiene la potestad de igualarla -si quiere- y conservarlos.
Las esquirlas de la duda llegan hasta la conducción de los Spurs en sus más altos estratos: todavía se espera la resolución del divorcio entre el ex dueño de la franquicia, Peter Holt, y su esposa, Julianna Hawn Holt, quien está al mando desde 2016. Cuando explotó el conflicto, ambos aseguraron que el destino de la franquicia no corría peligro, pero en ese delicado momento personal nadie por acá se atreve a pronosticar categóricamente que esté todo solucionado.
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