El entrerriano Joaquín Pereyra fue el protagonista de la novela de la última semana, dentro de un mercado absolutamente inmóvil y sin visos de reanudación en Argentina. Es que Sporting Lisboa jugó una carta que a los portugueses y a Rosario Central le era seductora pero faltaba la aceptación del actor principal.
El Canalla sostenía una deuda de 130.000 euros por el paso del colombiano Teófilo Gutiérrez por la institución y los lusitanos ofrecieron olvidar esa cifra y anexarle 70.000 de la moneda europea para quedarse a préstamo con los servicios del paranaense y contar con dos posibilidades de hacerse con diferentes porcentajes de la ficha para totalizar 3.5 millones de euros por el 80 por ciento del pase.
La última palabra le correspondía al volante nacido en Paraná que fue lo suficientemente decisiva para que la operación naufrague sin chances de ser reflotada en este mercado. Pereyra no se vio seducido por una ida de Rosario Central en esos términos y futbolísticamente intenta priorizar la continuidad que ganó a principio de 2020 para posicionarse de otra manera ante una hipotética buena propuesta del exterior y en otro términos.