Que la Copa del Mundo despierta pasiones en diversos rincones del mundo no es ninguna novedad. Precisamente por esto, aparecen los habituales oportunistas que "lucran" con el desenfreno y la locura ajena por el fútbol. A sabiendas de que esto podría ocurrir, la Policía y el Ministerio Público de Río de Janeiro centraron toda su atención en impedir maniobras ilegales y fue el pasado martes cuando lograron desbaratar a una banda que facturaba hasta 450 mil dólares por partidos con la reventa de tickets.
Pero no todo había quedado allí. Es que la detención de varios miembros (más precisamente 11) en el marco de la "Operación Jules Rimet", entre ellos el argelino Mohamadou Lamine Fofana de 57 años al que creían líder de la organización, hizo que la Justicia sospechara de la participación de diversas Asociaciones como la AFA (entre otras). Para colmo, con el correr de los días aparecieron entradas revendidas ilegalmente a nombre del organismo argentino, de su presidente Julio Grondona y del hijo Humberto Grondona (situación que despertó una enorme furia de "Humbertito" que se descargó a los gritos en un programa televisivo).
Lejos de calmarse, la situación empeora cada vez más. Es que este lunes la Policía Civil de Río se dirigió al Copacabana Palace a realizar una importante detención: arrestaron a Raymond Whelan, el director ejecutivo de la empresa Match, la elegida por FIFA para encargarse oficialmente de la comercialización de las entradas como así también del alojamiento de los deportistas y funcionarios durante la Copa del Mundo. De la habitación del inglés se incautaron una computadora, un celular y diversos documentos que serán analizados en la investigación en la que se acusa a Whelan de conspiración.
El operativo duró alrededor de 50 minutos y el secretario de la FIFA, Jerome Valcke, anunció que el máximo organismo realizará un descargo acerca de lo acontecido para esclarecer lo sucedido (esto se realizará mediante un comunicado). La Policía cree que en realidad es Whelan quien está por encima del que creían cabecilla, Fofana.
Por otra parte, como la FIFA no quiere quedar involucrada en ninguna ilegalidad, le exigieron a Humberto Grondona que presente un informe dando explicaciones por la entrada que apareció a su nombre en el "mercado negro".