El líder Real Madrid se anotó un triunfo contundente el último derbi liguero en el estadio Vicente Calderón, escenario que será sustituido la próxima temporada, y se mantiene invicto con 30 puntos por la duodécima fecha de la Liga de España.
Cristiano celebró su sexto, séptimo y octavo goles en esta liga y sepultó al Atlético, que bajó al quinto lugar, con 21 puntos.
Los dirigidos por el argentino Diego Simeone fueron superados en la tabla por Sevilla, que logró un agónico triunfo gracias a un gol en tiempo de descuento de Gabriel Mercado.
Cristiano empató con los otros máximos cañoneros del campeonato, el uruguayo Luis Suárez y Lionel Messi, quien cedió su lugar en el once titular a Rafinha tras sufrir vómitos antes del imprevisto empate de local con Málaga.
Esmerado en su defensa posicional, atento a la vigilancia sobre Jorge Resurreción 'Koke' en la medular del Atlético, el Madrid se sintió también a gusto con la pelota en torno a la manija de Luka Modric y los destellos de Isco Alarcón, sin bien Lucas Vázquez y Gareth Bale profundizaron más bien poco por las bandas.
El Atlético apenas gozó de una volea al lateral de la red de Saúl Ñiguez en la primera mitad, mientras que Cristiano anunció su presencia con un imperial cabezazo a centro de Marcelo, que paró primero Jan Oblak y despejó luego Gabi Fernández, ante el acoso del portugués.
Logró marcar el astro con un tiro libre directo a 25 que rebotó en la barrera y superó al arquero, agarrado a contrapié.
Desconectados en vanguardia, ni Antoine Griezmann ni Fernando Torres lograron inquietar al costarricense Keylor Navas, mientras Cristiano insistió con una media vuelta, sin problemas para Oblak.
El descanso le sentó bien al equipo de Simeone, que rozó el gol en una comba de Yannick Carrasco y dos zurdazos de Griezmann, uno cruzado en exceso, otro centrado a manos de Navas.
Pero el efecto duró poco, pues Cristiano le ganó un pelotazo a Stefan Savic en el área y forzó el penal que él mismo transformó de tiro raso, engañando a Oblak.
Nada pudo hacer el arquero rojiblanco en el tercero, subido al contragolpe tras galope y cruce de Bale, que el portugués empujó a la red, poco antes de ser sustituido.