Debut ideal si los hay el de Fernando Cavenaghi en el Apoel de Chipre. Fue al banco y recién tuvo su chance de estrenarse como jugador de su nuevo equipo faltando 15 minutos, tiempo que le alcanzó para despacharse con dos goles para el 6 a 2 sobre el Paphos. Tremendo.
El local ganaba 4-1 cómodo (uno de los goles había sido convertido por Tomás de Vincenti, el otro argentino del club) cuando Cavenaghi hizo su ingreso. Sin embargo, lejos de entrar relajado, el Torito quiso mostrar su impronta y se destacó en lo que más sabe hacer: convertir.