Todo indicaba que la competencia iba a disputarse en febrero. Sin embargo, en las últimas horas tomó fuerza la chance de modificar esta fecha tentativa y retrasar unos meses el cotejo.
Ni Guillermo Barros Schelotto ni Marcelo Gallardo ven con buenos ojos la chance de empezar el año con un golpe tan duro como el que significaría perder un título oficial en manos del rival de toda la vida. Además, para ese mes ya está programado otro Superclásico por parte del sponsor, la idea es no juntarlos.
¿Entonces? Se manejan varias posibilidades: todo indica que será entre marzo y mayo. Habrá que esperar para la gran final...