El calor pega fuerte en la localidad de Mogi das Cruzes, a 60 kilómetros del centro de esta ciudad. Hay refugios y palmeras en el Paradise Golf & Lake Resort, pero el sol refleja unos 33° que se filtran por cualquier hendija de la carpa periodística que montó la federación belga, a un costado del set donde atendieron los jugadores antes de viajar hacia Brasilia. Los titulares están en el gimnasio, mientras que los suplentes se entretienen con ejercicios en espacios reducidos en la cancha principal del predio, un campo de juego que está mucho mejor que, por ejemplo, el pasto del Arena Corinthians, donde jugaron la Argentina y Suiza. Hay incertidumbre en los 50 periodistas belgas porque dicen que el entrenador Marc Wilmots siempre puede llegar a sorprender con la formación. Ni siquiera los futbolistas saben qué equipo jugará mañana ante Argentina, pero lo que sí saben es que deberán neutralizar a Lionel Messi si pretenden llegar a las semifinales del Mundial.
"No existe una fórmula para frenar a Messi", dijo Marouane Fellaini ante la consulta de la nacion en referencia a cómo debían marcarlo y agregó: "El éxito para evitar que desequilibre no dependerá de un solo jugador, la clave será estar concentrados y marcarlo en bloque. Nuestra tarea para frenar el poderío argentino será más colectiva que individual".
Hay confianza en los jugadores. Respetan al equipo argentino y dicen que si, por decantación, reciben el apoyo de los hinchas brasileños, mucho mejor, pero que eso no será decisivo para ganar el partido. Fellaini mira a De Bruyne, le hace un chiste al oído y contesta: "Si el aliento viene, mucho mejor, pero eso no decidirá el resultado. Para ganar necesitaremos jugar mejor".
Axel Witsel, el otro mediocampista de contención dentro del esquema 4-1-4-1, quien enroca la posición con Fellaini, opinó sobre el desequilibrio de Leo: "Messi puede marcar la diferencia en cualquier momento. Debemos darle el menor espacio posible y mantener las líneas cerradas. Igual no tenemos miedo. El favorito es Argentina, pero tenemos posibilidades de ganar. Jugaremos con la misma mentalidad que contra los EE.UU.".
la nacion también le preguntó al entrenador Marc Wilmots si evaluaba la posibilidad de hacerle una marca personal a Messi. Primero quiso mantener la incógnita: "No quiero explicar eso ahora, vamos a ver cuando arranque el partido". Pero luego dijo que la idea es presionarlo en bloque. "Él es un jugador de clase. ¿El mejor del mundo? Bueno, se puede comparar con Ronaldo, con Neymar. Tendremos que controlarlo. Argentina tiene individualidades fuertes, pero yo tengo un grupo fuerte para hacerles frente. Los argentinos tienen a Messi, que con un flash puede decidir, pero podemos hacer lo mismo nosotros con De Bruyne o Hazard también. Messi hace anualmente cerca de 40 goles y es uno de los mejores del mundo, pero él además tiene a Agüero y Di María alrededor. ¿Las probabilidades de ganar? Estamos 50 y 50", explicó e DT.
Jan Vertonghen, lateral izquierdo de Tottenham que está teniendo un buen rendimiento en la copa, se encolumnó en la marca escalonada: "Si hay una gambeta de Messi, tiene que haber un segundo y un tercer jugador que aparezcan enseguida para marcarlo. Ellos son favoritos, pero eso puede jugar a nuestro favor. Nosotros también somos un equipo difícil de neutralizar. Tenemos tantos jugadores buenos, e incluso un banco que puede hacer una diferencia como recambio y también facilidades tácticas para jugar con diferentes sistemas".
Daniel Van Buyten, central de 36 años de Bayern Munich, que en medio del torneo ha intercambiado mensajes de texto con Pep Guardiola, es otro de los que espera el choque con Messi: "Argentina es una de las potencias en fútbol y Messi es el mejor jugador en la Tierra. Eso debería ser una motivación para nosotros. Pero en Argentina no sólo puede hacer daño Messi, porque Ángel Di María juega increíble, Agüero e Higuaín también llegan al gol. Tienen un gran potencial ofensivo y los defensores tendremos que estar a la altura para responder bien".
Bélgicasueña desde la voz de la experiencia de Van Buyten, la altura de Fellaini, la presión que ejerce Witsel y el despliegue de Vertonghen. Cuatro factores que, sumados a la planificación de Wilmots, pretenderán mañana disminuir el desequilibrio de Messi y así sentirse más cerca de un pasaje histórico.