Guillermo Barros Schelotto ya había debutado como entrenador de Boca entre semana, frente a Racing por la Copa Libertadores, con una igualdad sin goles. Pero la atención se centraba en lo que sería la visita a River en el Monumental, su primer Superclásico desde que relevó al Vasco Arruabarrena. "Vamos a analizar y trabajar. Pero obviamente que si Boca no tuviera problemas, no hubiese cambiado de entrenador", explicó con su particular estilo.
Para el director técnico, de pasado exitoso ante el Millonario en su etapa como jugador, "no podemos hablar demasiado del juego porque prácticamente no hemos trabajado". En la misma sintonía, indicó que "acomodamos algunas ideas en lo teórico, pero no pudimos trabajar demasiado". El Mellizo alertó que "esto será así hasta junio" y manifestó que se debe a que "tenemos partidos cada tres días".
A su vez, no se extrañó por el trámite del encuentro disputado en Núñez porque "normalmente los clásicos son cerrados" y consideró que "es un desafío jugar esta clase de partidos, pero teníamos que poner la cara por Boca". Además aseguró que "tenemos que empezar a ganar a partir del próximo y que aparezca un equipo que llegue con más claridad".
Más allá de todas las falencias expuestas por sus jugadores a lo largo de los 90 minutos de fútbol, opinó que "no nos hicieron goles, creo que estuvimos bien". También afirmó que "el clásico siempre tiene esa sensación de clásico, aunque seguramente lo más lindo va a estar en la Bombonera llena".