Los tres sobrevivientes del trágico accidente ocurrido en la BR-290, cerca del puente Bossoroca en Brasil, continúan internados con heridas graves, tras la muerte de Felipe Rafael Almada, un niño de tres años, hijo de María Nelly Nazareth Martinoli. Los heridos, María Nelly, su amiga María Antonella Bona y su pareja Giuliano Di Camillo, fueron trasladados a distintos hospitales, y este domingo, sus familiares compartieron detalles de su estado de salud a partir del último parte médico.
Sobre su estado de salud
María Nelly Nazareth Martinoli, ya se encuentra en una sala de recuperación. Así lo detalló su hermano, Ezequiel Martinoli, quien expresó: “Maru ya está en sala, recuperándose de a poquito”. La docente de primaria se encuentra evolucionando lentamente tras el impacto.
Giuliano Di Camillo, pareja de María Nelly, sufrió una fractura en una pierna y permanece consciente y lúcido, según informaron sus familiares. “Giuliano tiene una pierna fracturada, pero está consciente y lúcido”, añadió Ezequiel.
Por su parte, María Antonella Bona, amiga cercana de la pareja, sigue en terapia para control y observación. “Le hicieron una tomografía y sigue en observación”, señaló
Ezequiel Martinoli, mencionó que los tres heridos están siendo atendidos en un hospital de Brasil, donde “sus padres los acompañan en todo momento”. La familia agradeció las muestras de apoyo y las oraciones de la comunidad. “Seguimos pidiendo y agradeciendo la oración de cada uno, que es lo que con total certeza les está dando fuerzas en estos momentos a ellos y a sus familias”, expresó Ezequiel Martinoli.
El accidente ocurrió alrededor de las 19:00 horas del viernes, cuando un Chevrolet Corsa Classic con matrícula argentina colisionó frontalmente con un camión en la BR-290. El saldo fatal fue la muerte de Felipe Rafael Almada, quien falleció en el lugar del impacto.
Las otras tres personas del vehículo, María Antonella Bona (31 años), María Nelly Nazareth Martinoli (31 años) y Giuliano Di Camillo (28 años), sufrieron heridas graves y fueron trasladados al Hospital Santo Antônio en São Sepé. Debido a la gravedad de las lesiones, fueron derivados al Hospital Universitario de Santa María.
A pesar del dolor por la pérdida de Felipe, los familiares de los heridos destacaron la fortaleza de quienes siguen luchando por su recuperación. “Felipe desde el cielo nos está acompañando”, dijeron con pesar, mientras agradecían el apoyo recibido