En un paréntesis de la cumbre del G20, el presidente argentino, Javier Milei y la directora gerente del organismo multilateral. Kristalina Georgieva, mantuvieron un encuentro para fijar una hoja de ruta que le permita a la Argentina acceder a una línea de crédito que fortalezca las reservas del Banco Central y facilite la apertura del cepo financiero
El mandatario llegó al encuentro junto a Karina Milei -secretaria General de la Presidencia-, Gerardo Werthein -ministro de Relaciones Exteriores-, Luis Caputo, titular del Palacio de Hacienda y Pablo Quirno, secretario de Finanzas.
A fin de año, la Argentina termina el programa con el FMI que inició Mauricio Macri y renegoció Alberto Fernández. Y ahora toca definir qué programa negociará el país y bajo qué condiciones económicas y financieras.
Milei y Caputo quieren un importante desembolso -al menos 10.000 millones de dólares- y la posibilidad de fijar los tiempos políticos para abrir el cepo financiero.
Georgieva, su staff y el board del Fondo eran reacios a las condiciones propuestas por la administración libertaria, pero tras la cena de Milei con Donald Trump, se reformuló la ecuación política-técnica. En el FMI asumen que Trump jugará al lado de Milei - ya lo hizo con Macri-, y se preparan para un disruptivo gesto de poder que ordene y acelere la negociación a favor de Balcarce 50.
Aún quedan pendientes dos revisiones del programa en curso y a continuación una reunión formal del board para aprobar el informe técnico (Staff Level Agreement) y autorizar los desembolsos respectivos. Esta secuencia burocrática debería suceder antes de Navidad.
Mientras tanto, Caputo y Quirno seguirán avanzando en una negociación que debería fluir con Trump en la Casa Blanca. Los términos de esa negociación comenzarán a abordarse en el cónclave que Milei y Georgieva protagonizan en el G20 de Río de Janeiro.
El gobierno tiene un escenario a favor: cumplió todas las metas -con una mínima desviación en las reservas-, tiene fondos para saldar lo que debe y nada indica que el programa de ajuste sufrirá anomalías en las próximas semanas.
Desde esta perspectiva, Milei y Georgieva sonreirán para las fotos, y Caputo y Quirno iniciarán la marcha hacia Washington para preparar el terreno de un nuevo acuerdo con el FMI.