Bill Gates, cofundador de Microsoft y defensor de la Inteligencia Artificial (IA), publicó un artículo titulado "Los riesgos de la IA son reales, pero controlables" en el que habla sobre los posibles impactos que podría tener esta tecnología si no se contrla correctamente.
"¿Qué ocurre con las personas que pierden su trabajo a manos de una máquina inteligente? ¿Podría la IA afectar a los resultados de unas elecciones? ¿Y si una IA futura decide que ya no necesita a los humanos y quiere deshacerse de nosotros?", se pregunta el magnate.
Presentando una analogía, Gates recuerda que con la llegada de los primeros automóviles comenzaron a producirse accidentes de tránsito, para lo cual en lugar de prohibir el uso de vehículos se establecieron regulaciones como límites de velocidad y otras normas de seguridad.
"Me enfocaré en los riesgos que ya están presentes, o que pronto lo estarán. Ya sea que lleguemos a ese punto en una década o en un siglo, la sociedad deberá enfrentarse a preguntas profundas. ¿Qué pasa si una súper IA establece sus propios objetivos? ¿Y si entran en conflicto con los de la humanidad? ¿Deberíamos incluso hacer una súper IA?", continúa Gates.
Deepfakes y amenaza hacia la democracia
Uno de los riesgos que señala Gates menciona que la generación de deepfakes y piezas de contenido para propagar desinformación atenta contra las elecciones y la democracia. Sumado a la difusión prácticamente inmediata de imágenes a través de redes sociales, el uso de sistemas de IA capaces de crear contenidos que parecen reales implica que se deben aumentar los esfuerzos para identificar la información falsa que esté circulando.
En su texto, advierte que aunque no se necesita una tecnología sofisticada para sembrar dudas sobre el "legítimo ganador de una elección", con el uso de la IA estas cuestiones se vuelven todavía más probables.
"Imagine que en la mañana de una elección importante, un video que muestra a uno de los candidatos robando un banco se vuelve viral. Es falso, pero los medios de comunicación y la campaña tardan varias horas en probarlo. ¿Cuántas personas lo verán y cambiarán sus votos en el último minuto? Podría inclinar la balanza, especialmente en una elección reñida", explica Gates.
Ataques contra personas y gobiernos
El cofundador de Microsoft también apuntó que los hackers utilizan la fuerza bruta para encontrar vulnerabilidades en el software, y los expertos en seguridad deben hacer lo mismo para contrarrestarlos. Y los modelos de IA pueden acelerar este proceso tanto para los ciberatacantes como para los equipos de seguridad.
Sin embargo, advierte que también existe el riesgo de un aumento en el uso malicioso de la IA, como ataques de phishing más sofisticados. Señala entonces que es importante que los gobiernos y el sector privado se mantengan actualizados en cuanto a herramientas de seguridad para prevenir el aprovechamiento de estas vulnerabilidades.
Además, se plantea la necesidad de establecer un organismo global para la IA, similar a la Agencia Internacional de Energía Atómica, para regular su uso y evitar una carrera armamentista cibernética.
Cambios en el trabajo
Gates también hace referencia al impacto que la IA tendrá en el campo laboral, en donde puede resultar una herramienta útil para ahorrar tiempo y cumplir tareas de manera más eficiente. Un ejemplo de esto podría ser la redacción automatizada de correos electrónicos.
La comparación que hace el magnate en su texto recuerda lo que significó hace décadas la introducción de las primeras computadoras personales. "Se requerirá adaptación por parte de empleadores y empleados, pero hay confianza en que se pueda minimizar la disrupción en la vida de las personas", sostiene, remarcando que en esta transición se requerirá apoyo y reentrenamiento para algunos trabajadores.
Si bien Gates se manifestó optimista sobre la capacidad para gestionar los riesgos y maximizar los beneficios de la IA, insistió en que es fundamental que los gobiernos adquieran conocimientos para establecer leyes y regulaciones adecuadas.
En el mismo sentido, agregó que los líderes políticos deben mantener un diálogo informado y reflexivo, decidir la colaboración internacional y la acción individual. Señaló también que en el sector privado se insta a las empresas de IA a operar de manera segura y responsable, protegiendo la privacidad, evitando sesgos y promoviendo beneficios equitativos.