Pasaron cuatro largos años de la final perdida ante el verdugo de Alemania, en el Maracaná de Río de Janeiro, donde con ojos lacerantes flechó esa Copa del Mundo tan esquiva. Con 30 años, la misma cantidad de partidos disputados en la selección y dos finales de Copa América perdidas desde aquella final, Lionel Messi siente que Rusia 2018 es "la" oportunidad para torcer una historia que lo golpea en el pecho. "Es ahora o nunca, porque no hay otro más. Hay que pensar que éste puede ser el último. Tenemos que aprovechar esta chance y llegar con todo", llegó a confesar Messi hace unos días.
"Estoy bien, estoy bien, tranquilo. Me siento bien y hasta creo que llego mejor que en los mundiales anteriores, en serio, llego con buen ritmo. Estoy espectacular, estoy bien y si las cosas nos acompañan puede ser nuestro Mundial". Palabras más, palabras menos, y con muchos "bien" repetidos en sus frases, Lionel Messi se sumó la semana pasada a los trabajos del seleccionado en el predio de Ezeiza. El sentimiento, la fe y el compromiso envasados en ese cuerpo pleno y confiado en un trabajo especial que se intensificó los últimos meses para llegar en forma a su cuarta Copa del Mundo.
¿Cuál es el plan de Lionel Messi para llegar lo mejor posible al mundial de Rusia 2018? El hombre-megaestrella que tiene el seleccionado argentino desoye los comentarios que dan cuenta de que llega al límite de su condición física. Sobrevuela esa mala pasada que le suelen provocar esos aductores de jugador de 30 años, pero hace dos meses que intensificó un plan personalizado que asumió como indispensable.
Es cierto, el fútbol permite más de un análisis y de una visión. Tan cierto como que Lionel Messi tomó las riendas de su preparación, como nunca antes lo había hecho, y en sintonía con los cuerpos técnicos del seleccionado y de Barcelona. En el inicio del tramo final de la puesta a punto para el Mundial, el masajista del seleccionado Marcelo D'Andrea se instaló en Barcelona para acompañar la rutina de Messi. Una preparación especial para administrar las cargas en un final de temporada siempre influyente en los cuerpos de los futbolistas.
Un eslabón especial en la preparación de Lionel Messi tiene que ver con su dieta alimentaria. Después del Mundial de Brasil y por recomendación de Martín Demichelis, el crack rosarino viajó hasta Sacile, un pequeño pueblo situado en la provincia de Pondenonte, al norte de Italia. ¿El motivo? Conocer al médico Giuliano Poser, un médico deportólogo especializado en alimentación y kinesilogía que le cambió por completo los hábitos alimenticios a la gran esperanza argentina. Según una entrevista concedida por Poser al diario italiano Corriere della Sera, el plan nutricional denominado por el facultativo como "gasolina súper", tiene como basamento "mucha agua, un buen aceite de oliva, cereales integrales, frutas y verduras frescas que no estén contaminadas con pesticidas y herbicidas; como también frutos secos y las semillas".
Como dato estadístico, Lionel Messi bajó casi cuatro kilos. De acuerdo con la apreciación que entregó en su momento el club Barcelona, su cuerpo se volvió "más fibroso y elástico". Entre 2006 y 2013, el N° 10 de la selección sufrió 11 lesiones y desde que aplica el plan nutricional padeció una complicación en los ligamentos en la rodilla derecha, pero como consecuencia de un encontronazo con un rival en un encuentro de la liga española.
La novedad en la rutina de entrenamiento de Lionel Messi durante los últimos meses tiene un condimento particular y personal. Es que el rosarino ordenó una remodelación en su casa de Castelldefels y entre livings, sala de estar, cocina, sala de cine, museo privado y otras dependencias, se encuentra un gimnasio personal. En ese recinto con ventanales que dan las montañas se agregaron elementos que tienen que ver con la práctica del kick boxing. Esta actividad, un combate de origen japonés en el que se mezclan las técnicas de boxeo con movimientos puntuales de algunas artes marciales como el karate y el Muay Thai, atrapó al argentino porque encontró la oportunidad de sumar horas de entrenamiento aeróbico y de resistencia de una manera divertida.
"Cuanto más juego, mejor me siento", explica un Messi que acumula 4468 minutos en el ciclo 2017/2018. Así explica la seguidilla de partidos en el final de la temporada en Barcelona. "Me siento espectacular", relata con el deseo de que Rusia sea el mundial de su vida. Un deseo compartido por toda la selección y por millones de argentinos.