En medio de una temporada irregular que puso en jaque la continuidad del eterno Arsene Wenger y que terminó con el equipo fuera de la zona de clasificación a la Liga de Campeones, Arsenal logró cerrar el año con una sonrisa enorme al hacerse con la FA Cup tras derrotar por 2-1 a Chelsea en Wembley.
Los Gunners jugaron una final soñada, con un inicio a pura intensidad que los encontró en ventaja temprano tras un tanto de la figura del partido, Alexis Sánchez. Sin embargo, la gloria no iba a llegar sin sufrimiento previo. Todos los fantasmas del pasado reaparecieron cuando Diego Costa marcó la igualdad en un momento de absoluta adversidad, con un hombre menos por la expulsión de Moses y superados en el juego por los de Wenger.
Pero la reacción de Arsenal fue inmediata. En una contra tan veloz como certera, el ingresado Oliver Giroud metió un centro preciso para el ingreso en solitario de Aaron Ramsey, quien con un fuerte cabezazo venció la resistencia de Thibaut Courtois.
La fiesta llegó, pero no sin que antes el colombiano David Ospina tuviera un par de salvadas providenciales. El 2 a 1 se sostuvo y Arsenal festejó su 13° título de FA Cup para convertirse en el máximo ganador de este certamen en la historia, uno sobre el Manchester United, que tiene 12.