Y un día sucedió lo inevitable. En una liga repleta de extranjeros como lo es la española, tarde o temprano iba a acontecer que saltase al campo de juego una formación inicial sin jugadores locales. Fue el caso de Sevilla de Sampaoli, que alineó ante el Eibar, por la cuarta fecha, un equipo con seis nacionalidades distintas con futbolistas de tres continentes. La mayoría de jugadores correspondió a Argentina, con cuatro futbolistas en el campo (Mercado, Kranevitter, Correa y Vietto), seguido por Francia con tres (Rami, Kolo y Ben Yedder). Mientras, el resto de los países lo hicieron por medio de tan solo un futbolista. Italia con Sirigu, Portugal a través de Carriço, Japón con Kiyotake y Ganso para Brasil.
El partido finalizó 1 a 1, con goles de Vietto (Sevilla) y Pedro León (Eibar).
Fuente: DEPORTV (DXTV)