Fuente: canchallena.com
Paradojas del destino, Chile y la Argentina volverán a definir una Copa América entre sí después de 60 años. Y como si todo estuviera guionado, el sábado, desde las 17, el escenario será el mismo: el Nacional de Santiago.
Si bien en el Sudamericano de 1955 se jugó con el por entonces habitual sistema de liguilla (todos contra todos), chilenos y argentinos llegaron igualados en puntos y en diferencia de gol a la jornada decisiva, después de tres victorias y un empate de cada uno.
Aquella jornada comenzó con una tragedia, porque la organización decidió que la venta de entradas se hiciera el mismo día del partido y en las afueras del estadio. La ansiedad de los locales por ver en vivo y en directo la chance de que Chile levantara la Copa América por primera vez rebalsó cualquier previsión.
En el mismo momento que comenzó a entrar el público, una de las puertas del estadio del estadio cedió, y más de 20.000 personas ingresaron a los empujones, pisando involuntariamente a los que habían tropezado. Para colmo, poco después se cayó una tribuna provisoria que provocó más lastimados. Fue la peor tragedia del fútbol chileno. Las versiones oficiales contabilizaron siete muertos y más de 500 heridos, ocho de ellos de gravedad, aunque algunos medios locales afirman que hubo más fallecidos.
Pese a todo lo que había sucedido, igual hubo fútbol. En el primer turno, Perú venció 2 a 1 Uruguay y culminó tercero. Y, a continuación, en un encuentro muy parejo, la Argentina logró sacar una ventaja mínima cuando Rodolfo Micheli, entonces delantero de Independiente, marcó el 1 a 0 a los 14 minutos de la segunda etapa. El partido se jugó el 30 de marzo de 1955 y lo dirigió el uruguayo Washington Rodríguez.
La selección albiceleste formó con Julio Elías Musimessi; Pedro Dellacha, Federico Vairo, Juan Francisco Lombardo, Arnaldo Balay; Ernesto Gutiérrez Rodolfo Micheli (a los 81m lo reemplazó Santiago Vernazza) , Carlos Cecconato, José Borello; Ángel Labruna y Ernesto Cucchiaroni. El entrenador era Guillermo Stábile.
Chile, en tanto, alistó a Misael Escuti; Rodolfo Almeyda, Manuel Álvarez, Ramiro Cortés, Eduardo Robledo; Isaac Carrasco, Enrique Hormazábal, Jaime Ramírez Banda, Manuel Muñoz (Guillermo Díaz Carmona); Jorge Robledo y René Meléndez (Sergio Espinoza). El DT se llamaba Luis Tirado.
El conjunto albiceleste supo sostener el resultado ante la presión local y se coronó ante 65.000 espectadores, en una jornada caliente. Además, Micheli fue el goleador del torneo, con ocho conquistas.
Fue el décimo título continental para la Argentina y el primer subcampeonato para los chilenos, que volvieron a arañar la hazaña al año siguiente (fue segundo de Uruguay) y en la Copa América de 1987, en donde perdieron 1 a 0 la final ante los charrúas, y aún siguen soñando con una vuelta olímpica.