Mientras los rumores corrían por los pasillos del Estadio Ciudad de La Plata, a las 23.40 Bianchi declaraba ante los periodistas con el 3-1 ante Estudiantes consumado. Según trascendió, en el hotel donde concentra Boca lo esperaba Daniel Angelici, el presidente del club. Y en la puerta del vestuario, César Martucci protagonizaba la escena: de riguroso tapado negro hasta los pies hablaba nervioso por teléfono, de espaldas a las cámaras para que no le leyeran los labios, como organizando el encuentro.
Pero al ratito, Bianchi encaró los micrófonos: "Yo estoy pensando en dirigir. Estoy pensando en trabajar mañana a la tarde. Estoy pensando en el partido del domingo". El próximo compromiso de Boca será ante Vélez, en la Bombonera. El plantel se entrenará este jueves en Casa Amarilla, a puertas cerradas.
"Tengo una sensación de una derrota donde no se jugó bien. En el primer tiempo no jugamos, ellos aprovecharon nuestro desconcierto de arranque. Nosotros no jugamos", reafirmó el Virrey.
Cuando le preguntaron por la supuesta intención de los dirigentes de pedirle que dé un paso al costado, Bianchi respondió: "Esa una situación que imagina usted. Yo no pienso en eso. Estoy pensando en dirigir", dijo. ¿Se animará Angelici a pedirle la renuncia?
Por último, Bianchi defendió a sus jugadores: "Estoy convencido de que dejan todo y que son muy buenos profesionales. En el segundo tiempo trataron con mucho orgullo seguir peleando por el resultado", cerró luego de siete minutos de intercambio con los periodistas. Luego, el Virrey volvió a meterse en el vestuario, de donde salieron los jugadores, cabizbajos, que evitaron hacer declaraciones. Cinco minutos pasadas las 0 del jueves, el DT salió "custodiado" por Marcelo London y se subió al micro rumbo a Buenos Aires. ¿Continuará?
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