"Hemos dejado que la Justicia pueda decir lo suyo y en función de lo que todo lo que se ha mostrado (en el tribunal), se hizo justicia y ya no hay nada más qué decir", afirmó el ex seminarista Fabián Schunk, tras la lectura del adelanto de sentencia del juicio contra el cura Justo José Ilarraz, por los abusos denunciados en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo.
<h5>"Ya comenzó la Justicia"</h5>
Al ser consultado por la aparición de nuevas víctimas a partir de la sentencia, Schunk explicó a Elonce TV que "se ha abierto una puerta cuando apareció la octava víctima y de hecho, sabemos que muchos de nuestros compañeros y ex compañeros en el Seminario fueron sus víctimas y quizás, esto los aliente, pero ya comenzó la Justicia", resaltó y agregó que "después de tantas pesadillas, este era el momento que esperábamos".
En referencia a la valiente denuncia de las víctimas, Schunk afirmó a Elonce que lo motivó "la vergüenza y tener el apoyo de alguien al lado, porque si no, no se puede romper el silencio impuesto y la vergüenza", dijo y envió un mensaje a la Iglesia: "deben aprender que esto no se puede esconder y tienen que seguir apareciendo gente responsable", afirmó.
<h5>Cómo sigue su vida</h5>
"Mi vida y mi trabajo continúa como siempre: dando la cara. No nos hemos escondido nunca y hemos estado en todas las audiencias, porque el abuso sicológico que nos han impuesto, se rompe dando la cara", afirmó el ex seminarista y agregó que agradezco a "mi familia que me apoyó y a mis compañeros de trabajo".
Por otra parte, Schunk también se refirió a los posibles encubridores de los abusos de Ilarraz. "Me da tristeza porque ellos también fueron nuestros padres. Dejamos a nuestros padres en el campo para quedar en sus manos y ellos, hicieron la vista gorda y nos dejaron en manos de un tipo que hizo lo que quiso con nosotros", reiteró el ex seminarista.
<b>Sobre el Papa</b>
Consultado sobre si esperan que el papa Francisco se refiera al tema, Schunk dijo que "lamentablemente, seguimos mirando al exterior: Chile, EE.UU y Europa. El papa Francisco, a partir de ahora, tiene que mirar a su pueblo y si él me pudiera escuchar, quisiera decirle que este es el momento de que haga algo, porque la gente ahora ya descree y necesita que alguien le devuelva la poca Fe que le queda", sostuvo.
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