Ingeniero Sajaroff, es una localidad del distrito Bergara del departamento Villaguay. El poblado tiene una esencia particular: alrededor de una plaza, 800 habitantes comparten raíces y un presente que ostenta calles tranquilas y vecinos de siempre que son parte de lo cotidiano.
Elonce recorrió el pueblo en el marco del micro Espejo de mi tierra, para rescatar en la voz del responsable de un almacén de ramos generales cómo persisten, de generación en generación, los clientes de toda la vida y ese legado que sólo transmite la confianza: la libreta de fiado.
Apenas se accede al pueblo, un antiguo almacén de ramos generales da la bienvenida al pasado que persiste. Detrás del mostrador, Marcelo Balbuena repasa su historia, que es la misma de su familia. “Mi papá empezó y seguimos con la tradición, mientras se pueda. Mi abuelo estuvo enfrente, siguió mi mamá con un quiosco y mi papá con un bar, que es donde todos se juntaban porque había mesas en las que se jugaba al truco y al chinchón y un copetín. Cuando él falleció, se trasformó en un almacén porque mi mamá solo se cambió de pared”, contó el almacenero.
“Atiendo con mi mamá, que tiene 78 años. Ella es increíble, saca las cuentas con la lapicera, no usa calculadora y más rápida que cualquiera de nosotros”, destacó emocionado.
Un bar de antaño, convertido en almacén, es su lugar en el mundo, donde el fiado y la libreta son moneda corriente que se cotiza en confianza de toda la vida. “Se trabaja con la gente que conocemos, que es todo el pueblo, y el 90% de las ventas es con libretas, o como en otros lados se le dice al fiado”, aseguró Balbuena. Y sumó: “La importancia de esta forma de trabajo es que la gente te conoce y uno conoce a quien le está confiando porque todo es de palabra”.
Consultado a Balbuena cómo subsiste un almacén de ramos generales el paso del tiempo, éste explicó: “Es complicado por el tema de la inflación y porque los bultos que uno compra son chicos, pero la suerte en los pueblos es que todavía no hay competencia grande, como los supermercados o los hiper”.
“En el almacén veo parte de mi historia porque los que entran recuerdan que antes había una mesa de billar”, comentó y reveló que sueña con seguir con el emprendimiento familiar “por el honor de los que vinieron”. (Elonce)