

Por qué aparecen lagartijas en mi casa. Durante los meses cálidos, las lagartijas suelen ingresar a los hogares buscando refugio o alimento. Su presencia tiene una explicación biológica, aunque también despierta interpretaciones simbólicas.
Con la llegada de las estaciones cálidas, es habitual observar lagartijas en patios, balcones, jardines e incluso dentro del hogar. Estos pequeños reptiles, rápidos y silenciosos, suelen ingresar a las viviendas en busca de dos elementos clave para su supervivencia: calor y alimento. Al ser animales de sangre fría, necesitan fuentes externas de temperatura para regular su cuerpo. Las paredes soleadas o los rincones protegidos les ofrecen el ambiente ideal. Además, la proliferación de insectos en primavera y verano las atrae, ya que constituyen su principal fuente de alimento.

Las lagartijas no son peligrosas para los humanos. No son venenosas, no muerden ni transmiten enfermedades. Por el contrario, cumplen una función beneficiosa al alimentarse de mosquitos, arañas, hormigas y otros insectos molestos, contribuyendo al equilibrio del ecosistema doméstico. Para evitar su ingreso, se aconseja sellar grietas, instalar mosquiteros y mantener el orden y la limpieza para reducir la presencia de insectos que puedan atraerlas. También pueden emplearse repelentes naturales como ajo, cáscara de huevo, café o naftalina.

Más allá de su explicación biológica, algunas corrientes esotéricas les atribuyen un significado simbólico. Culturas antiguas como la maya y la celta consideraban a las lagartijas símbolos de adaptabilidad, regeneración y agudeza mental. Hoy, en el ámbito espiritual, su aparición puede interpretarse como un anuncio de cambios, una señal de protección o una invitación a observar con mayor atención el entorno.