Mientras negocia al menos con cinco laboratorios que ya se encuentran en fase 3 de experimentación, el ministro de Salud, Ginés González García, diseña un <b>plan de vacunación masivo y obligatorio para fines de año para no menos de 13,5 millones de personas, entre personal de salud y grupos de riesgo, primer paso para llegar a toda la población, hacia marzo de 2021</b>.
El ministro seguirá un orden establecido de prioridades a la hora de la elección de la o las vacunas que estén disponibles. El primer factor tendrá que ver con el plazo en que las dosis estén aprobadas, luego cuántas habrá disponible y, por último, el costo de las mismas.
Vía zoom, el Ministerio de Salud negocia plazos y precios con cinco compañías: Oxford-Astra Zeneca (Gran Bretaña) Sinopharm (China), Sputnik (Rusia) Jansen y Pfizer (Estados Unidos). Nadie quiere arriesgar una alternativa, pero Pfizer pica en punta para ser la primera según comentan en despachos oficiales. Astra-Zeneca, que produce y distribuirá aquí el empresario Hugo Sigman, tiene la ventaja del precio, unos 4 dólares por dosis contra 37 de la empresa Moderna, con la que Argentina aún no firmó acuerdos y que parece destinada únicamente al mercado estadounidense. También Sinopharm, con la que trabaja la fundación Huésped de Pedro Cahn, está entre las más esperadas.
"La selección será científica y a la vez geopolítica", suele repetir el ministro de Salud y da otro detalle: <b>salvo Jansen, el resto de las opciones incluye la obligatoriedad de una segunda dosis que aseguraría su efectividad</b>.
Lo que sí está definido es la obligación de vacunarse de cada ciudadano. "Hay una ley de vacunas que hay que cumplir. Y más en este caso donde la responsabilidad es individual y colectiva", afirman desde el ministerio de Salud.