Economía

Por caída de precios y menor demanda, este año se exportarán menos limones

La actividad citrícola del limón atraviesa por una crisis profunda que generará menos ingresos en las provincias donde se desarrolla. Asimismo, se proyecta disminución en la mano de obra, una cosecha más corta y nueva reducción de hectáreas
La actividad citrícola del limón atraviesa por una crisis profunda que generará menos ingresos en dólares para Tucumán y el resto de las provincias en donde se desarrolla. Asimismo, se proyecta disminución en la mano de obra, una cosecha más corta y una nueva reducción de hectáreas destinadas a esta producción.

Las dificultades se explican en el exceso de oferta a nivel internacional que desplomó el precio de la tonelada, el bajo desarrollo local para generar subproductos y condiciones del clima que afectaron la calidad de la fruta. La exportación sería un 50% menor a lo comercializado en la temporada 2023, de acuerdo a las primeras proyecciones.

El NOA genera el 65% de la oferta mundial de derivados del limón, según el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán, y es justo este mercado el atravesado por estos cimbronazos que también son una mala noticia para la gestión del gobernador Osvaldo Jaldo. Esto se debe a que los ingresos anuales netos en dólares contantes y sonantes para esta provincia suelen promediar entre los 650 y 700 millones, es decir, el equivalente al 54% del total de las exportaciones tucumanas. Si cae la exportación, menos ingresos para la provincia.

Mientras el año pasado se exportaron 250.000 toneladas de fruta fresca, para este año se espera una reducción a 125.000, lo que generará otro problema: habrá un excedente de 100.000 toneladas que podría destinarse a la industria -para la elaboración de jugo y aceite- "pero el sector ya está saturado", señaló a Ámbito Hernán Salas, Director Asistente y Coordinador del Programa Citrus de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC). La consecuencia inmediata, que ya se registra, es la caída del precio de la tonelada. Tanto, que "a muchos productores les saldrá más barato dejar que los limones se pudran en los árboles, antes que realizar una cosecha que no tiene destino", sostuvo el especialista.

Explicó que el contexto internacional es desfavorable para el sector porque hay un exceso de fruta a nivel mundial, lo que generó problemas también en España (300.000 toneladas quedaron sin cosechar) y en Sudáfrica, países que son grandes productores y exportadores. "Este último es nuestro competidor directo pero tiene una ventaja competitiva que gravita mucho en el precio, que es la cercanía con los mercados de Europa y Asia, es decir, el flete es más barato", informó. Además, mientras para entrar a la Unión Europea los productos argentinos pagan un impuesto de ingreso del 15%, los de Sudáfrica no tiene este gravamen. Destacó el investigador que la problemática afecta tanto al mercado de la fruta fresca, como a sus derivados, que son el aceite y el jugo concentrado.

Salas indicó que el único producto del limón que presenta un escenario prometedor es el de la pulpa y cáscara deshidratada, que sirve para la producción de pectina y fibras dietarias. La primera es de uso amplio en la industria alimentaria debido a sus propiedades gelificantes y espesantes; mientras que las fibras (para consumo humano y animal) se pueden incluir como ingrediente en diversos productos alimenticios para reducir el consumo de grasa. Por ejemplo, en los embutidos. El principal problema radica en que en Tucumán todavía no hay una planta capaz de procesar la cáscara y la pulpa para estos usos, solo existe una de dimensión acotada en la que todavía se desarrolla una experiencia piloto. "Pero todavía falta mucho tiempo para que esto se generalice y mientras tanto, la producción local está muy complicada", analizó.
Fincas abandonadas
Este escenario fue confirmado por el productor Pablo Padilla, presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA). En diálogo con Ámbito, describió como catastrófico el escenario presente y para el futuro de la citricultura limonera. "Hay fincas que se están abandonado y la fruta quedó en los árboles porque el productor no tiene recursos para cosechar. Es más, hay algunas que se están desmontando con topadoras, sin que se hayan cosechado, están desapareciendo", aseguró. De acuerdo a los datos de ACNOA, en los últimos meses se han erradicado hacia otro tipo de plantaciones unas 7.000 hectáreas (antes limoneras) y hay cerca de 11.000 en estado de abandono.

Lamentó el empresario que haya fracasado el intento de creación del Instituto para el Crecimiento y Fomento del Limón, que contaba con el apoyo del gobierno provincial y de un sector del empresariado. El fuerte rechazo de las empresas más grandes bloqueó el avance de esta iniciativa. "No solucionaba todas las problemáticas la existencia de este instituto pero hubiera servido para que en una mesa, con participación del Estado y sus políticas públicas, nos sentemos todos hasta alcanzar acuerdos básicos. Que no sea el ‘sálvese quien pueda’ que estamos viendo ahora", dijo.

Como ejemplo de acuerdos, destacó al sector azucarero que, por medio del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán, establece marcos mínimos de convivencia y avanza en la generación de subproductos, como el etanol. "Algunos creyeron que se pedía la intervención del Estado pero no era eso, ni nunca lo fue, solo se pretendía que las políticas públicas acompañen al productor", cerró. El panorama augura una rentabilidad negativa para este negocio, situación que no tiende a cambiar. (Ámbito)

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