Juicio abreviado. Lautaro Ezequiel Grufik acordó una pena de ocho años y ochos meses de cárcel por el crimen de Aníbal Cúneo; el hecho de sangre ocurrió el jueves 17 de abril de 2024 en un departamento de calle Alejandro Carbó 836, frente a comisaría tercera de Paraná.
En el marco del juicio abreviado por el delito de Homicidio simple, Grufik reconoció ante el juez que el día del crimen se presentó en la casa de Cúneo y, munido de un martillo, le propinó múltiples golpes en la cabeza hasta causarle la muerte.
Sobre el hecho de sangre
Grufik, al momento del hecho de sangre, tenía 26 años y estaba parando en el refugio de calle Belgrano 357 porque se encontraba en situación de calle.
Cuneo era dueño de la vivienda donde fue asesinado, que anteriormente era de su madre, aunque solía ir a buscar una ración de comida que entregaban en el mismo refugio ubicado en el centro de Paraná.
De acuerdo a la reconstrucción de la investigación, un mes antes del crimen, Grufik y a su novia habían estado viviendo en la casa de Cuneo. No quedó claro si alquilaban, si pagaban por una habitación o en qué calidad. Pero un día se fueron.
Un día, Cuneo echó a la pareja. Algún desacuerdo, algo que faltaba en la vivienda o una falta de pago, motivó la expulsión. Las cosas quedaron mal, pero Grufik y su novia, que tenían llave de la puerta, entraron a robarle.
El dueño de casa se dio cuenta y comenzaron los reclamos. No habría sido la primera vez que Grufik y su novia robaban. La Policía los tenía identificados como ladrones recurrentes en distintos lugares de la ciudad.
Las cosas entre Cuneo y la pareja se complicaron y por alguna razón Grufik regresó a la casa ubicada frente a la comisaría tercera y a los Bomberos Zapadores, done se produjo la agresión fatal.
Una vecina había visto salir a Grufik de la vivienda con un ventilador. Como entraba y salía con llave, la situación no le extrañó. Poco después, Cuneo le preguntó si había visto algo raro porque le habían robado ese electrodoméstico. Y la mujer le contó lo que había visto días atrás. En ese momento, escaló el conflicto con el ex inquilino.
La confesión
Grufik guardó el secreto, pero no por mucho tiempo, hasta que terminó contando lo que había pasado en la casa de Cuneo. Su versión fue que se trató de un forcejeo y en esa situación lo golpeó con un elemento contundente en la cabeza. Un solo golpe y el hombre quedó inerte en el suelo de la cocina.
Luego se retiró por la puerta principal y cerró la casa con llave. Siguió deambulando por la ciudad y parando en el refugio de calle Belgrano.
Fue la joven de 19 quien se presentó en Fiscalía para contar lo sucedido, dio precisiones del relato de su novio y señaló la dirección de la vivienda.
Tras la intervención policial, el cuerpo de Cuneo fue hallado sin vida y con un importante hundimiento de cráneo.