Guardar las cenizas de los seres queridos en cinerarios, es una opción cada vez más frecuente. En la ciudad de Paraná, son varias las parroquias que ofrecen el servicio y se proyecta uno más en el Santuario La Loma, ubicado en calles Carlos Quinodoz y Padre José Kentenich.
Elonce dialogó con los proyectistas, Julia Deharbe y el arquitecto Matías Acosta, quienes explicaron sobre la iniciativa, la cual surgió a partir del encargo de una comisión de la “Familia de la providencia” para que sus seres queridos descansen en el Santuario bajo el manto de la Matter.
“El proyecto arrancó hace más de un año y medio, y la idea es que todos los que quieran que sus seres queridos descansen en este lugar, puedan hacerlo”, mencionó Deharbe. Además, será como un “regalo” ya que el año próximo se cumplen 50 años de la presencia de María en el Santuario.
El cinerario
Sobre el lugar, Acosta explicó que “intentamos capturar la esencia del Santuario y el habitar este territorio. Como base, es un cinerario abierto, y que, por ciertas decisiones, de no competir con el entorno, trabajamos con un soterramiento que permite brindar un espacio de cobijo y de desconexión del ruido para entrar en una instancia más introspectiva”.
En cuanto al avance de la obra, contó que se está en el movimiento de suelo. La segunda etapa serán los espacios para sentarse y mobiliario, “para poder compartir ese momento en comunidad, y finalmente, la última etapa, que sería a principios de 2025, se proyecta colocar las cruces, las urnas y demás detalles que terminarán de definir la obra”.
“Se investigó mucho en cómo generar el ambiente para quien venga a acompañar a su ser querido y entendimos que tenía que estar alejado de fuentes sonoras, que tenía que respetar ciertos símbolos, los materiales que va a tener”, detalló el arquitecto. Y destacó que “es una alternativa al uso del suelo que se ocupa de la manera tradicional. Entendemos que con el paso del tiempo va a ser una demanda que hay que resolver y hay mucha gente que ya la está eligiendo”
Bajo costo
Finalmente, Deharbe explicó que el cinerario “es abierto para todos, no solamente para las personas que pertenecen al movimiento de Schoenstatt, sino para todas aquellas que tienen amor a María, que se acercan a visitarla”. Y destacó que “tiene un bajo costo, porque es un pago por única vez, no requiere un mantenimiento económico, a diferencia de otras alternativas”. Elonce.com