

Durante un recital, Maxi Trusso soltó el micrófono en plena canción y se lanzó en busca de un ritual. Pero el público, confundido o distraído, no respondió al pacto tácito del crowd surfing. Y el ídolo cayó, estrepitosamente. Ocurrió en el corazón de Palermo, en el venerado escenario de Niceto Club, y, en segundos, el clima de euforia mutó en silencio y se encendieron todas las alarmas.
Los videos, grabados por asistentes con sus celulares, documentan la secuencia con crudeza: la música en curso, el salto intempestivo, el hueco en el aire, el impacto seco. Y luego, los gritos, la confusión. Pero pronto llegó el cántico que buscaba conjurar el espanto: “¡Olé, olé, olé, Maxi!“.
Mientras los asistentes lo atendían tras bambalinas, Gustavo Lutteral, periodista y locutor, tomó el micrófono y se dirigió a una audiencia: “Lo que les pido es que, con esta misma linda energía, estén tirando la mejor onda para que esté bien”, dijo. Y agregó: “Que lo chequeen los médicos; el golpazo que se dio todavía no entiendo cómo ocurrió, pero las cosas pasan”
“El tema es que pueda estar primero bien él de salud, y en segundo lugar que podamos terminar la noche felices y al mango, como veníamos disfrutando acá”, completó.
El público respondió con aplausos. “Gracias por la paciencia, aguarden un poquito, sigan pasándola bien y ojalá en un rato, podamos tener a Maxi nuevamente en el escenario”, cerró Lutteral.

Unos minutos después, el show continuó. Pero sin la figura del cantante sobre el escenario. Desde el backstage, acostado en una camilla, Trusso siguió cantando, como se lo ve en el video que difundió el periodista Claudio Rígoli.
Al final, se lo llevaron en ambulancia hacia el hospital Fernández a la espera de realizar los estudios correspondientes. Ya desde el vehículo, Trusso escribió en sus redes sociales una frase que parecía salida de una epopeya: “Dejo la vida por ustedes. La vuelta será inigualable”.
No fue la primera vez que el exótico cantante protagonizó una acción fuera de lo común. En enero, durante una fiesta veraniega, descendió de la cabina de DJ con la misma energía desbordante. Y volvió a caer. Pero esa vez, sin mayores consecuencias, siguió cantando como si nada. (fuente Teleshow)