"No veo dónde está el negocio de encanutar autos" decía la presidenta, Cristina Kirchner en septiembre del año pasado, mientras las concesionarias y las automotrices se señalaban unos a otros como los culpables de la falta de unidades.
Hoy, 10 meses más tarde se reedita el conflicto, esta vez con un mercado en retroceso; una nueva modificación del Impuesto Interno que favorece a las unidades de producción nacional frente a sus pares importadas y eleva las bases imponibles; un crecimiento del monto de acceso a divisas mensuales para el sector y una merma en la producción y exportación.
"No podemos saber los plazos de entrega de un vehículo porque no sabemos si vamos a tener coches. Todo lo que digamos, es mentira", aseguró un concesionario del centro de la Ciudad de Buenos Aires, quien también afirmó a <i>El Cronista</i> que "no hay stock de unidades en los salones de ventas".
En este sector estiman que durante julio las ventas serán "bastantes flojas", y anticipan una caída de alrededor de 10% respecto a igual mes del año pasado. Frente a la consulta respecto a cómo se explica que en junio habían crecido las ventas y que ahora vuelven a caer, no dudó en afirmar que esto se debe a que "el mes pasado teníamos coches y este no".
Desde el lado de las automotrices niegan ser los que están "encanutando" las unidades, tal como acusó la Presidenta, y se defienden mostrando cifras.
"En junio se vendieron 61.000 unidades a la red de concesionarios y durante el mismo mes se patentaron 56.000 autos. Además, si uno mira los números de Acara (entidad que agrupa a las concesionarias) y de Adefa (que reúne a los fabricantes), se observa que en lo que va del año la caída en los patentamientos es de 17,5%; la baja en la fabricación de 20% y la venta a concesionarios apenas de 4,8%. "Es claro que los concesionarios compran más de lo que venden", aseguraron.
Aunque se acusan unos a otros, desde ambos lados del mostrador se pusieron de acuerdo para señalar al Gobierno como parte responsable al afirmar que "hay demoras en las autorizaciones de las declaraciones juradas, lo que termina en un cuello de botella".
Mientras esta disputa continúan, el precio de los 0 Km es algo que desvela a varios funcionarios del equipo del ministro de Economía Axel Kicillof. Y si bien, el secretario de Comercio Augusto Costa llama una por una a las marcas para autorizar o no remarcaciones, una queja desde una oficina dependiente de Economía mostró la importante disparidad entre los precios sugeridos de las fábricas y los de venta en los salones.
La Aduana, ente estatal que depende de la AFIP y, por consiguiente, de Economía, presentó una queja formal por un intento de cobro de un importante sobreprecio entre el valor de lista y el de la concesionaria.
"No sabemos cómo fue, quizás fue una autoridad de la Aduana que, de manera individual, compró un auto y un desubicado le quiso cobrar más", explicó un concesionario. Lo más "gracioso" fue que, según la misiva de la Aduana, la excusa por el sobreprecio era que no había unidades "porque la Aduana no las libera".
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