El Gobierno argentino tiene planes para anunciar en los próximos días un aumento salarial para todos los miembros de las Fuerzas Armadas, como parte de su estrategia para realzar el valor del sector militar y redefinir sus funciones. Esta medida fue anticipada por el ministro de Defensa, Luis Petri, durante la recepción de uno de los cuatro aviones Lockheed Martin P-3 Orion adquiridos a Noruega por 67 millones de dólares.
Petri afirmó: “Anunciaremos en breve un aumento a los sueldos de nuestras Fuerzas Armadas para recuperar su poder adquisitivo y continuar con la recuperación que, sin duda, se logrará al bajar la inflación, que es nuestra principal meta”. La llegada de estas aeronaves, junto con los F-16 que también están llegando al país, busca ser interpretada como un cambio en la política de defensa respecto a la administración anterior, aunque las negociaciones para estas compras comenzaron hace tiempo.
El ministro subrayó que, a diferencia de hace poco más de un año, actualmente 20.000 soldados reciben alimentación en los regimientos y cuarteles, en lugar de tener que irse a casa por falta de provisiones. "Hoy honramos a nuestros veteranos de Malvinas y los incluimos en nuestros desfiles, porque queremos fortalecer los lazos entre las Fuerzas Armadas y la sociedad argentina", afirmó.
Sin embargo, en los cuarteles hay escepticismo respecto al aumento salarial, que se publicará en el Boletín Oficial, y muchos creen que solo compensará la inflación reciente. Desde el Gobierno, se aclara que se trata de una “recomposición salarial” y que se están ajustando detalles finales de la resolución.
A su vez, un sector de los militares continúa con reclamos históricos: la equiparación salarial con las fuerzas de seguridad y la brecha jerárquica en los salarios. Los uniformados han señalado que, en muchos casos, sus ingresos son inferiores a los de policías o miembros de la Prefectura con rangos equivalentes.
El presidente Javier Milei, en un brindis de camaradería a finales de agosto, prometió abordar estos problemas, aunque condicionó la solución a una mejora en la situación económica del país. En cuanto a la brecha jerárquica, existe preocupación por la escasa diferencia de salarios entre distintos rangos, lo que desincentiva el crecimiento profesional.
Esta situación ocurre en un contexto en el que el Gobierno busca modificar las leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior para permitir que las Fuerzas Armadas intervengan en situaciones que no solo involucren a estados, como el terrorismo o el narcotráfico. La propuesta permitiría a los cuerpos militares realizar patrullajes, controlar personas y vehículos, y llevar a cabo operaciones de vigilancia y aprehensión en ciertos casos.
Sin embargo, fuentes del sector han expresado preocupaciones sobre el discurso de Petri en el Senado, defendiendo esta iniciativa, y han señalado potenciales problemas que podrían surgir si se aprueba el proyecto del Gobierno.