El nombramiento de Eduardo Zapateiro Altamiranda como nuevo comandante del Ejército de Colombia de parte de su presidente, Iván Duque, revive por estas horas el drama de la familia de Juan Fernando Quintero, que en 1995, con apenas dos años de edad, perdió a su padre en una desaparición jamás esclarecida.
Jaime Enrique Quintero Cano realizaba el servicio militar y, por un supuesto mal comportamiento, le habría sido ordenado regresar a Medellín de parte de Zapateiro, por entonces oficial a cargo en el Municipio de Carepa. Quintero nunca apareció y todas las sospechas recayeron siempre sobre el ahora jefe del Ejército.
Ante la reacción de la familia Quintero, el gobierno colombiano recordó cuando Zapateiro fue exonerado de los cargos en 2001, y aseguró que "no existe prueba alguna de su responsabilidad en la presunta desaparición del señor Jaime Enrique Quintero Cano, ni por acción ni por omisión".
Por su parte Silvia, la hermana de la víctima, declaró en BluRadio: "Nos preocupa que haya unos ascensos sin que responda por un caso que está denunciado ante la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría. Si él estuviera interesado ayudaría a saber qué pasó con mi hermano, si es que su nombre de general está comprometido y no tiene nada que ver. Debe darnos razón de qué hizo con mi hermano o qué lo mandó a hacer. Él era el capitán de instrucción, es decir, dio la orden del supuesto cambio con el que nunca volvimos a saber de mi hermano".
Otro hermano, Carlos, le dijo a Caracol Radio: "No entiendo cómo a las personas que cometen este delito de desaparición forzada los premian. Esto ha sido muy doloroso para toda la familia. Queremos saber qué pasó con nuestro hermano, quien fue visto por última vez en la Brigada 17".