De acuerdo a trascendidos periodísticos difundidos hoy, en su informe elaborado tras el encuentro Boca-Belgrano en el vestuario de la Bombonera, Germán Delfino transcribió en forma textual las palabras de Tevez que motivaron la tarjeta roja.
También se supo que al camarín del árbitro (pegado al vestuario que utilizan los jugadores locales), ingresaron muy brevemente Juan Carlos Crespi y el presidente Daniel Angelici.
De acuerdo a estimaciones, la pena mínima establecida frente a insultos es de tres fechas (parte de dos jornadas cuando se trata de términos descomedidos) por lo que habría que esperar una pena del Tribunal de Disciplina que parte de dicho puso.
Sobre la actuación del árbitro Guillermo Barros Schelotto destacó su tarea: "Creo que Delfino dirigió bien", sentenció en conferencia de prensa. "No puedo opinar de esa jugada (en referencia a la expulsión del Tevez), porque estoy muy lejos, pero intuyo que algo pasó y confió en la buena fe del árbitro", manifestó el entrenador.