Thiago Almada y su buen recuerdo del entrerriano Gabriel Heinze

La vuelta a los entrenamientos en Italia, España, Portugal y los Estados Unidos, sumado a Alemania que ya tiene fecha de regreso al fútbol podría repercutir (muchísimo) en el mercado argentino. Y un futbolista que siempre está en el radar de las potencias europeas es Thiago Almada, la joyita de Vélez y del fútbol argentino, que tiene una cláusula de salida de 22.000.000 de euros hasta el 31 de agosto (después pasará a valer 25 palos hasta el final del vínculo, en junio de 2023).

"Ni pienso en lo que valgo y tampoco me dijeron nada todavía de alguna venta. Hoy estoy con la cabeza en Vélez y le quiero dar lo mejor al club, después se verá", dijo el joven de 19 años.

Terminado el ciclo del entrerriano Gabriel Heinze, Vélez presentó a Mauricio Pellegrino como su sucesor, pero el paso del crespense dejó una huella en mucho jugadores del plantel. "Nos ayudó mucho a todos los chicos y nos dio herramientas a todos. En los entrenamientos te cagaba a pedos y te corregía todo, je, hasta te marcaba si en un partido no hacías lo que él pedía", indicó el mediocampista del Fortín sobre el DT nacido en Crespo, mientras que en referencia al técnico entrante, quién aún no pudo tener un mano mano con los jugadores por la pandemia del coronavirus, Thiago expresó: "Todavía no tuvimos la chance de conocer a Mauricio Pellegrino, por ahora estamos entrenando con el profe que está en la reserva. Tengo muchas ganas de volver, se extraña todo pero hay que cuidarse".

Hace unos días, como hacían en la cancha, Almada tuvo una ida y vuelta en las redes con Ricardo Centurión, con quien pegó buena onda desde que Ricky llegó a Liniers. "Ayer hablé con él, nos hicimos amigos y de a poco se va recuperando. Cuando lo conocés te das cuenta que no tiene nada que ver con lo que dicen los de afuera, es un pibe muy alegre y tira siempre para adelante", aseguró el delantero del Fortín.

<b>Más declaraciones de Thiago Almada</b>

"Cuando subí a Primera era enganche y no corría mucho en la categoría. Él me enseñó a correr, a hacer distintos movimientos y cómo jugar sin pelota. Además, fuera de la cancha, se fijaba en lo que comías y cómo descansabas".

"Cuando Gago llegó a Vélez yo todavía no había renovado y él me habló mucho para que estuviera tranquilo en ese momento. Tener un jugador como él te da mucha tranquilidad y ayuda mucho al equipo porque tiene un gran primer pase".