“Esperé mucho tiempo este momento y seguro que varias veces pensé en colgar los botines, pero luego noté que podía dar algunas soluciones y ojalá lo pueda hacer en este gran equipo, sabiendo que puedo estar por merecimiento”, explicó en conferencia de prensa Pablo Aimar, de 36 años, tras quedar entre los concentrados para jugar el domingo ante Rosario Central.
Con sensaciones similares a las del debut en la máxima categoría, el cordobés bromeó que “poco hay que aportar” si el equipo repite la actuación del pasado miércoles ante Cruzeiro en Belo Horizonte (3-0) y luego, con seriedad, agradeció la paciencia y el respaldo del DT Marcelo Gallardo: “Fueron muy importante tanto él como los médicos por la sinceridad: les pedí que si iba a volver a jugar sea por merecimiento”.
“Este equipo tiene la exigencia como una gran virtud -destacó- y eso me gusta. La gente tiene que saber que quiero que me traten como uno más, porque quiero estar a la altura de este River, que juega muy bien y que no puede empatar”.
“Todos los que jugamos al fútbol sabemos lo que significan las cosquillas de entrar a una cancha llena, pero quiero que me exijan igual que a todos y poder dar algunas soluciones los minutos que me toquen”, aseguró el ex jugador del seleccionado argentino, mundialista en Corea-Japón 2002 y Alemania 2006.
Consultado por sus condiciones actuales, el Payaso explicó que los hinchas “se van a encontrar con un jugador de 36 años, que ganó experiencia y perdió velocidad”.
“Me gustaría tener las dos cosas pero pocos jugadores lo logran a mi edad. Espero poder aportar en los metros finales de la cancha”, asumió el jugador oriundo de Río Cuarto, que ocupará un lugar en el banco de suplentes y usará la camiseta número 35.
Aimar pidió calma ante las preguntas sobre su posible presencia en las semifinales de la Copa Libertadores ante Guaraní de Paraguay, al término de la Copa América Chile 2015. “Voy a estar si lo merezco y si puedo darle soluciones a un equipo que juega muy bien y que lo viene demostrando, una cosa son los entrenamientos y otra los partidos, veremos cómo se da todo y que puedo dar cuando me toque sumar minutos”, indicó.
Por último, advirtió: “No me queda mucho tiempo en el fútbol, hay que ser muy consciente que no soy el que tenía 20 o 25 años, por eso hay que disfrutar cada día y cada entrenamiento y no perder de vista que hay que ganarse el lugar”.
Aimar se entrenó de manera normal junto al resto del plantel y sobre el final de la práctica mantuvo una charla de 20 minutos a solas con Gallardo, en la cual se decidió que sea parte del banco de suplentes el fin de semana.