"No quiero decir cosas de las que después me voy a arrepentir. Fue una vergüenza", disparó Sciacqua, con mucha calentura, antes de abandonar el campo de juego. "La pelota me pega en la mano, pero estaba pegada al cuerpo. Encima no iba al arco y no tengo intención de tocarla. Es una locura cobrar esos penales", se defendió Lucas Albertengo, el protagonista de una acción polémica que puso a Fernando Rapallini en el centro de la atención en la previa del superclásico de este martes.
El árbitro será uno de los asistentes de Mauro Vigliano en la cabina del VAR durante el Súper que se disputará en la Bombonera. Y en el encuentro entre Patronato - Newell's tuvo una jugada de tecnología que generó diferentes posturas y que tranquilamente podría repetirse en el Boca - River. ¿Cómo fue la situación? A los 24' del primer tiempo, tras un tiro de esquina del Patrón, Matías Escudero ganó de cabeza y la pelota pegó en el brazo izquierdo de Albertengo, quien rápidamente mandó la pelota otra vez al corner, señala <i>Olé.</i>
Más allá de las protestas de los jugadores y los hinchas locales, Rapallini indicó con un claro gesto que vio la mano, pero que no era penal. Al analizar exhaustivamente la jugada, es cierto lo que dijo el delantero: la pelota no iba al arco. Sin embargo, si bien al principio su brazo estaba muy próximo al cuerpo, en el momento en el que la pelota impacta, el mismo estaba un poco más extendido y hay un movimiento. Además, el reglamento indica que ya no se juzga la intención y Albertengo terminó cortando la trayectoria de un balón que le podría haber quedado a Mancinelli en una posición muy favorable.
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A golpe de vista, y sin chances de volver a revisar la secuencia, fue una jugada muy fina, rápida, de interpretación, y se le puede dar la derecha al juez porque tiene argumentos para justificar su decisión. Sin embargo, si Rapallini hubiese estado en el VAR, algo que sucederá el martes, o si hubiese tenido una TV para observar nuevamente la acción, es muy posible que cobrara el penal que tanto pidió el Patrón. Mientras Vigliano sancionó una pena máxima para Lanús en Córdoba, Rapallini ya empezó a vivir la previa de un Súper a todo o nada, que promete tener polémicas similares a la que se vivió en el Grella.