Krevisky compitió junto al bonaerense Juan Martín Benítez y culminó en el puesto 17, tras la disputa de 12 regatas y obtener como mejores posiciones un cuarto y un noveno. El timonel del CNP analizó el campeonato y las circunstancias de una posición que no esperaba: "La cancha de regatas resultó muy complicada con muchos borneos y pozos de calma. Sopló los cinco días del este muy poco viento, hasta para ir sentado adentro. Teóricamente era una cancha que soplaba fuerte pero no fue así, todo lo contrario, y con viento de tierra, con la boya muy cerca de la costa y 80 barcos fue complicado".
Al mismo tiempo, Krevisky, quien en 2016 resultó cuarto en la cita ecuménica, agregó sobre el lugar de competencia que estaba en medio de una bahía: "Era muy difícil correr, pasabas de ir quinto en una regata y por un borneo te pasaban 20 barcos".
Sin embargo, el representante del CNP, valoró el campeonato y sacó algunas buenas conclusiones: "Con Juan Martín nos llenamos de paciencia, pero evidentemente algunos lograron entender mejor ese viento. Me sirvió como experiencia, lamento mucho todo el esfuerzo que hicimos, en todo sentido, pero bueno a veces pasa esto en las regatas".
<b>BALANCE POSITIVO</b>
En su estreno mundialista en la clase F18, Doberssan compartió la embarcación con Cristian Vitale y redondeó una gran performance tras concluir la competencia en el puesto 33. "A pesar de lo difícil del lugar de regata, pudimos hacer un lindo campeonato y el resultado me dejó muy contento, sobre todo porque llevo navegando seis meses en esta clase", destacó el joven de 18 años, quien además portó la bandera Argentina en el desfile inaugural del campeonato.
Al igual que Krevisky, Octavio puntualizó las dificultades de las condiciones para navegar a buen ritmo en un reducto que presentó variables de viento constantes y que obligaban a estar doblemente concentrados. "Teníamos buena velocidad, pero el tema era que si elegías mal el lado de la cancha y quedabas en un pozo de calma ibas para atrás y era muy difícil recuperarse", indicó.
Algo que destacó Dorbessan fue el gran nivel que demostró la flota argentina, compuesta por seis barcos, y que dejó a cuatro embarcaciones entre los 20 mejores del mundo. Además, sostuvo: "Hubo un nivel muy alto había campeones olímpicos y eso hacía que la competencia sea muy exigente".