Hace 93 días, Boca se consagraba campeón de la Superliga y nada hacía pensar que ese tremendo envión anímico para afrontar la actual edición de la Copa Libertadores iba a ser detenido por la pandemia del coronavirus. Pero los jugadores y la directiva xeneize se atuvieron a las consecuencias y reinventaron sus labores. Esta semana el plantel retomó los trabajos en conjunto por videollamada tras un receso otorgado por Miguel Ángel Russo y confían en que el mes que viene puedan llegar a verse las caras otra vez en el club.
Por lo bajo, Juan Román Riquelme y el resto del Consejo de Fútbol ultiman detalles para reformar la plantilla. Renovaciones, contrataciones y egresos. En este último rubro fueron confirmadas las bajas de Junior Alonso (estaría cerca de desembarcar en Atlético Mineiro de Brasil), Nahuel Molina (con firmes chances de mudarse al Udinese de Italia) y Marcos Díaz (seguido por el Leganés español).
La prioridad actualmente para Riquelme es la renovación de Carlos Tevez, con quien ya hubo algunos contactos. A veinte días del término de la finalización de su contrato, la directiva xeneize elabora una propuesta para los próximos días en la que se especula que sería reducido el número de su salario. Jorge Ameal declaró públicamente que la intención es que el ídolo y capitán se retire en el club; Russo lo quiere en su equipo y el Apache dijo que pretende colgar los botines en la Ribera. Restará afinar el lápiz en las próximas dos semanas.
No obstante el vicepresidente segundo boquense no pierde de vista las diferentes posibilidades que le ofrecerá a Boca el mercado. En el radar sigue el chileno Mauricio Isla, casi una obsesión para Román. Y todo hace indicar que el Xeneize competirá con la Universidad de Chile por la ficha del polifuncional futbolista del Fenerbahçe turco.
Por otra parte Javier García es el arquero apuntado en caso de que Agustín Rossi se marche al fútbol europeo (Udinese desembolsaría 6 millones de euros si se desprende del argentino Juan Musso). El guardameta de Racing y amigo personal de Riquelme tiene una propuesta firme para renovar en la Academia, pero la idea de retornar a La Boca lo seduce. Su futuro será resuelto de aquí a fin de mes.
Otro de los nombres que surgió y llegaría a reforzar al elenco de Russo es Ricardo Centurión. A la espera de la resolución judicial de Sebastián Villa, acusado de violencia de género, motivo por el que podría llegar a optar por cambiar de aire, Ricky serviría como pieza de recambio por sus características de jugador desequilibrante como lo fue el colombiano en el último tiempo. Centurión se ilusiona con retornar y estar bajo la tutela de su amigo Riquelme.
El refuerzo interno que tendrá Boca es Sebastián Pérez, quien quedará a disposición del entrenador a partir del 1° de julio, fecha en la que quedará habilitado para ser inscripto luego de su abrupta salida del Barcelona de Ecuador y el impedimento para jugar partidos oficiales en el último semestre.
Los tiempos de la cuarentena modificaron las planificaciones y al Consejo de Fútbol se le está viniendo encima el posible uso de la opción de compra de Guillermo Fernández. Pol cumplió las expectativas del cuerpo técnico y la dirigencia, que ya evalúa poner sobre la mesa los 4 millones de dólares correspondientes a su pase a Cruz Azul.
Respecto a las renovaciones, en Boca buscarán renovar el préstamo de Franco Soldano con el Olympiakos de Grecia, ya que no pondrán los 5 millones de dólares correspondientes a su opción de compra. El delantero pretende continuar en el Xeneize y dependerá del esfuerzo de la directiva boquense y la voluntad de los griegos.
El mayor interrogante surge en torno a la figura de Mauro Zárate. El ex Vélez llegó a expresar su sueño de retirarse con la camiseta azul y oro y el presidente aclaró que es de su gusto futbolístico. Todavía no hubo comunicación para extender un vínculo que se hubiera renovado automáticamente si hubiera cumplido una determinada cantidad de partidos en el último año. Se estima que el sueldo del delantero de 33 años sufriría una baja para acordar que siga.
