Luis Suárez comenzó a entrenarse el viernes con el Barcelona un día después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) suavizó su suspensión por morder a un rival en la Copa del Mundo.
El TAS confirmó la decisión de la FIFA de prohibirle al artillero uruguayo jugar durante cuatro meses en partidos oficiales, pero disminuyó su restricción a otras actividades relacionadas con el fútbol, incluyendo entrenarse y disputar amistosos.
Suárez, que fue transferido de Liverpool al Barcelona después del Mundial, entrenó el viernes por primera vez con Lionel Messi, Andrés Iniesta y sus nuevos compañeros de equipo.
El delantero podría jugar en el partido amistoso del lunes en el Camp Nou, y su presentación ante la prensa será el martes. Suárez no podrá jugar un partido oficial hasta el 26 de octubre, el fin de semana que Barcelona juega el clásico contra Real Madrid, y sigue suspendido de la selección uruguaya por sus próximos ocho partidos oficiales, por lo que se perderá la Copa América del próximo año en Chile y probablemente el inicio de las eliminatorias del Mundial de 2018.