En una madrugada argentina que en un momento amenazó con ser histórica, a pesar de la derrota Los Pumas dejaron su huella en New Plymouth, donde cayeron ante los All Blacks por 37-22 en un encuentro correspondiente a la tercera fecha del Rugby Championship.
Si bien la supremacía de los hombres de negro fue total, el equipo de Daniel Hourcade logró plantar batalla con sus fundamentos más puros. Prolijo en las formaciones, Argentina supo disimular la diferencia de jerarquía y potencia entre ambos equipos. Tan es así que tras una primera mitad en la que los locales fueron superiores y anotaron tres tries, los Pumas lograron irse al descanso en ventaja.
Y no fue una mera casualidad que Nueva Zelanda se viera sorprendido en su propia casa. Porque la potencia física de Emiliano Boffelli y su tremenda patada (anotó dos penales de más de 50 metros) mantuvieron en partido a Argentina, que cuando vio a su rival flaquear como pocas veces hace lo aprovechó a través del try convertido de Nicolás Sánchez (el apertura ya había anotado un buen drop) antes del entretiempo. 16-15 para los de Hourcade en una primera mitad impensada.
Llamativamente, la segunda mitad arrancó con la misma tónica. El pie de Boffelli y la solidez en defensa se combinaron con una extraña falta de contundencia de los All Blacks para que Los Pumas se mantuvieran en partido. De hecho, Nico Sánchez dejó pasar una buena oportunidad de estirar la ventaja, aunque luego anotó su primer penal de la noche.
Pero en el momento en el que peor la pasaban, con un hombre menos por la amarilla a su apertura Beauden Barrett y bajo un tremendo asedio celeste y blanco, los All Blacks sacaron a relucir su enorme jerarquía. El try de Vaea Fifita y la posterior conversión para igualar el marcador en 22 fueron solo el primer paso para el giro rotundo que daría el juego.
La lógica se impuso poco a poco. El cansancio caló hondo en el equipo argentino y empezaron a aparecer las grietas en defensa. El fullback Damian Mckenzie anotó un try para volver a poner en ventaja al local a los 22 minutos del complemento y Lima Sopoaga, con la conversión y un posterior penal, estiró la ventaja a 32-22.
Y si bien el resultado ya había tomado una tendencia irreversible, los All Blacks no mostraron la habitual soltura para liquidar al rival golpeado. De hecho, por momentos hasta se los vio incómodos y tomando los riesgos mínimos para no sufrir sobresaltos. De todos modos, cuando al partido solo le quedaban dos minutos, Barrett apoyó otro try y Sopoaga convirtió para el 39-22 definitivo.
El triunfo de los All Blacks terminó siendo rotundo, pero Los Pumas mostraron carácter para dar pelea ante nada menos que el mejor equipo del mundo. Los seis tries en contra grafican la dificultad argentina para frenar la marea negra, pero la derrota, previsible al fin y al cabo, deja algunas sensaciones positivas para el equipo de Hourcade.