En los penales, Patronato fue eliminado por Boca, que avanzó a las semifinales de la Copa Argentina. El duelo de cuartos de final que se disputó en el estadio Único Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.
El árbitro Echavarría se mantuvo atento y cortó el juego para sacarse el problema de encima cuando el duelo se volvía más áspero. En líneas generales, su arbitraje fue muy flojo en lo disciplinario y en lo técnico porque cobró faltas que no eran y las que sí fueron, no las sancionó.
Como la acción del penal de Luis Advíncula sobre Sebastián Sosa Sánchez. Fue en el tercer minuto de adición y se vio claramente como el peruano empuja al delantero de Patronato de Paraná.
Un grueso error del árbitro, que pudo haber cambiado la historia del encuentro, quitándole la oportunidad al Rojinegro de eliminar al equipo de Battaglia, lo que hubiese significado algo histórico para la institución.
Con sus "armas futbolísticas", el elenco de Delfino estuvo a la altura del encuentro. Tuvo chances, el arbitro le negó una clara, pero al final, el Santo cayó de pie. Hizo una gran Copa, llegando a una fase histórica para el club.