Fue una noche inolvidable en Nuevo Gasómetro. Y la recompensa fue gigante, después de haber jugado con el alma: San Lorenzo logró una agónica clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores al derrotar 2-1 en su estadio a Flamengo de Brasil, que quedó eliminado del certamen continental. A veces no solo alcanza con fútbol; es ese plus del espíritu que surge para sobreponerse a las adversidades, una característica del equipo de Diego Aguirre.
Fernando Belluschi, con un remate de derecha, anotó el tanto del triunfo en tiempo de descuento, cuando la eliminación parecía un hecho. Porque Atlético Paranaense superaba 3-2 a Universidad Católica por 3-2 y el Ciclón se quedaba afuera en el Grupo 4. Pero el cierre dejó un desahogo interminable, gracias al ex jugador de Newell's, River y varios equipos extranjeros.
El panorama se había oscurecido tras la apertura del marcador: el defensor de Flamengo Rodinei había anotado a los 14 minutos del primer tiempo con un disparo desde la puerta del área que ingresó junto al palo derecho. Y la recuperación comenzó recién a los 30 de la segunda etapa, cuando el defensor Marcos Angeleri convirtió de cabeza el gol del empate parcial. La igualdad no alcanzaba, y empujado por los hinchas azulgranas, San Lorenzo terminó consiguiendo el preciado pase a octavos de final.
El equipo argentino sumó 10 puntos y ganó el Grupo 4 de la Libertadores por diferencia de un gol sobre Atlético Paranaense, que también alcanzó diez unidades y la clasificación para la siguiente ronda.