El combinado albiceleste enfrentará a Israel el sábado en el estadio Teddy de Jerusalén en su último partido antes del Mundial de Rusia, que se celebrará del 14 de junio al 15 de julio.
Rajoub envió una carta este domingo al representante de Argentina en Ramala, en Cisjordania, dirigida al gobierno argentino y a la federación de fútbol, pidiendo específicamente a Messi, capitán de la selección albiceleste, que no juegue en este amistoso.
"Messi es un símbolo de paz y de amor", indicó a los periodistas el presidente de la federación de fútbol palestina. "Nosotros le pedimos que no participe en la legitimación de los crímenes de la ocupación", aseguró.
"Vamos a iniciar una campaña contra la federación argentina, apuntando personalmente a Messi que cuenta con decenas de millones de seguidores en los países árabes y musulmanes", señaló. "Pedimos a todos quemar las camisetas con su nombre y sus posters", añadió.
"De ser un evento deportivo, este partido se ha convertido en una herramienta política. El gobierno israelí intenta darle importancia política al insistir en que se celebre en Jerusalén", aseveró.
El ministerio de deportes israelí, contactado por AFP, no ha respondido.
El Teddy Stadium en Jerusalén tiene capacidad para 31.733 espectadores. El domingo pasado, la sociedad que vende las entradas anunció que despachó los 20.000 asientos disponibles para el público en general en 20 minutos.
El estatus de Jerusalén es una de las cuestiones más espinosas con miras a una solución del conflicto entre Israel y Palestina. Israel se apoderó de Jerusalén oriental en 1967 y la anexionó, declarando en 1980 que la ciudad era su capital "eterna" e "indivisible". Esta anexión nunca ha sido reconocida por la comunidad internacional.