Los gritos de Agustín Orión en el vestuario de Boca en el Mario Alberto Kempes de Córdoba fueron el crudo final de una noche durísima. El 0-4 con San Lorenzo en la Supercopa Argentina dejó heridas y secuelas que pueden tener consecuencias más importantes.
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"Somos una máquina de perder finales. Nos hacen uno y nos comemos cuatro. Somos un desastre, ¿Qué carajo nos pasa?"</i>
Ese reclamo en tono de reproche de Orión a sus compañeros se escuchó fuerte en la zona mixta del estadio. Fuerte y claro. Pasó en el vestuario minutos después del 0-4 cuando todos estaban calientes, enojados y dolidos.
Orión no fue el único que habló. La charla duró un buen rato. Los jugadores tenías cosas para decirse. Boca está en un momento delicado: 5 derrotas en 6 partidos, incluyendos dos clásicos con River. Y el Vasco Arruabarrena quedó en la cuerda floja.