"Bombazo, Domínguez se va de Colón", "Bomba: Eduardo Domínguez se va de Colón", "La decisión de Eduardo Domínguez después de perder el Trofeo de Campeones", así titularon los medios nacionales este lunes, un día agitado para el Sabalero.
Lo concreto es que el propio entrenador no se comunicó con el presidente de Colón, José Néstor Vignatti; y tampoco se despidió de los jugadores con los cuales salió campeón del fútbol argentino el 4 de junio.
Mientras explotaban las bombas de los medios, Vignatti empezaba a armar el nuevo Colón 2022: estuvo en sus oficinas reunido más de dos horas con Martín Sendoa, el conocido "Ninja", representante de Facundo Farías.
De esa cumbre participó el Dr. Juano Saliva, especialista en los contratos deportivos en el Mundo Colón y persona de confianza de José Vignatti. "La reunión por el futuro de Farías fue excelente", reconocieron. ¿De qué se habló entre Vignatti, Sendoa y Saliva?: 1) Prolongar el contrato de Farías en el tiempo; 2) Mejorar el salario de "La Joya"; 3) Aumentar la cláusula de salida o blindaje que hoy está fijada en 10 millones de dólares (iría al doble).
Mientras esa reunión se terminaba con muy buena onda de cada una de las partes (Vignatti y Sendoa), el celular del líder sabalero explotaba. A su círculo íntimo, el presidente rojinegro transmitió tranquilidad. "Espero que me llame Juan Luis Berros, Eduardo no se comunicó con nosotros", explicaba el pope máximo sabalero.
Acostumbrado a los portazos (Ferraro, Basile, la primera salida de Domínguez), es muy complicado que Vignatti pierda la calma, señala Santa Fe Deportivo. De todos modos, del abanico de impensadas salidas (se le fue el "Pulga" después de salir campeón), la de Eduardo Domínguez es la que más ruido le hizo al histórico dirigente del Club Atlético Colón en los últimos años.