Vélez se prepara para afrontar una semana clave, entre la obligación de ganarle a Patronato para meterse en el grupo que peleará por la Copa Diego Maradona y el inicio de los cuartos de final de la Copa Sudamericana 2020 la próxima semana.
Y para armar el equipo que se medirá ante el Rojinegro, el sábado en el Presbítero Bartolomé Grella, Mauricio Pellegrino sabe que debe tener en cuenta varios puntos. Por un lado, el brote de coronavirus en el plantel que parece apagado, tras el alta que recibiera hoy Pablo Galdames y la vuelta al trabajo, aún en forma diferenciada, de Alexander Domínguez, Agustín Bouzat y Luca Orellano. Lucas Hoyos, por su parte, evoluciona favorablemente aunque permanece en observación, mientras el resto del plantel fue sometido a nuevos testeos que dieron negativo.
Sin embargo, lo más probable es que en la incursión por la capital entrerriana reine la cautela. Por lo pronto Ricardo Álvarez, quien salió de la goleada ante Deportivo Cali en Colombia con una molestia en el aductor, sería preservado para que quede a disposición del compromiso internacional. Y no sería el único, ya que el Flaco claramente prioriza la Sudamericana y ese será el frente en el que no piensa regalar nada.
