El mercado de pases de Boca Juniors ha traído una mezcla de emociones y expectativas con una vuelta muy esperada y tres incorporaciones nuevas. Gary Medel, Tomás Belmonte, Brian Aguirre y Milton Giménez son los nombres que han llegado para fortalecer el mediocampo y el ataque del Xeneize. A pesar de estos refuerzos, desde el Consejo de Fútbol han decidido pausar momentáneamente las negociaciones para enfocarse en los próximos compromisos.
Con el repechaje de la Copa Sudamericana a la vuelta de la esquina, Boca quiere concentrar todas sus energías en los partidos de ida y vuelta contra Independiente del Valle, programados para el 17 y 24 de julio respectivamente. Por ello, las conversaciones con otros clubes quedarán en stand by hasta que se defina esta serie crucial.
Esta decisión tiene razones claras. La dirigencia busca calmar las tensiones en Genk con Matías Galarza, quien no se presentó a la pretemporada y está presionando para jugar en Boca. En La Ribera son optimistas y creen que el volante podrá salir de Bélgica más temprano que tarde.
Otro caso similar es el de Giuliano Galoppo en San Pablo, que busca una oferta más atractiva. La primera propuesta de tres millones de dólares por la mitad del pase no convenció a los brasileños, por lo que las negociaciones siguen en espera.
Además, dos jugadores más continúan en la carpeta de Boca: Carlos Palacios, delantero de Colo-Colo, y Federico Vera, lateral derecho de Unión. Sin embargo, el club avanzará por ellos solo después de conocer el resultado del repechaje con los ecuatorianos.
La decisión de no apresurarse en las incorporaciones también responde a la posibilidad de que una derrota complique el segundo semestre del año. Juan Román Riquelme y su equipo saben que no quieren sobrepoblar el plantel sin antes confirmar si Boca seguirá en competencia en la Sudamericana.
