After, alcohol y policías detenidos, El pasado sábado 8 de marzo, los gritos de auxilio de una mujer alertaron a los vecinos de la localidad de Berrotarán, en Córdoba. La joven, identificada como MR, minutos después ingresó al hospital local, desde donde fue trasladada a Río Cuarto debido a la gravedad de sus heridas. Al mismo tiempo, comenzó una investigación por presunto abuso sexual, que resultó en la detención de dos sargentos de la policía.
El relato de la joven, quien posteriormente fue dada de alta, fue compartido en una entrevista con ElDoce.tv, en la que detalló los desgarradores momentos que vivió esa noche.
Según MR, todo comenzó cuando recibió una invitación para asistir a un "after" en la casa de uno de los sargentos que, en ese momento, estaba fuera de servicio. “Vamos a la casa y yo empecé a notar como una situación medio rara. Encima no llegaban las demás personas”, contó la víctima, quien había estado anteriormente en un boliche para celebrar el Día de la Mujer.
El encuentro que terminó en pesadilla
La joven relató que llegó sola a la casa del sargento, quien estaba de civil, y lo reconoció porque lo había visto previamente en el boliche. En medio de la reunión, MR comenzó a sentirse incómoda, ya que las otras personas que se habían mencionado no llegaban. Intentó comunicarse con un amigo policía que estaba trabajando en el boliche, pero el dueño de casa, uno de los sargentos, le quitó el teléfono para comunicarse él mismo con su colega, quien también se sumó al encuentro con una botella de fernet.
“Me habían dado un vaso de cerveza, yo no sé sinceramente si me pusieron algo o qué pasó y en ese momento como que se me apagó la tele”, expresó MR, quien en ese momento comenzó a sentir un dolor muy intenso, que ella describe como el momento en que ocurrió el abuso.
“Por el grandísimo dolor yo reaccioné y empecé a gritar y a pegar para todos los lados. Me agarraron de las piernas, me quitaron el teléfono porque yo quería llamar”, recordó con angustia. En medio de la confusión y el miedo, la joven pudo agarrar una botella de vidrio y romperla contra el piso. “Ahí abrí la puerta de un patio y cuando vieron que salí ya no pudieron hacer más nada”, explicó, describiendo el instante en que logró escapar.
La denuncia y la rápida detención de los acusados
En ese mismo momento, mientras pedía ayuda, una mujer apareció para auxiliarla, y minutos después llegó un patrullero de la comisaría local junto a una ambulancia que la trasladó hasta el hospital. Al día siguiente, el domingo 9 de marzo, la Fiscalía de Tercer Turno de Río Cuarto ordenó la detención de los dos sargentos involucrados en el hecho, quienes fueron acusados de abuso sexual. Los dos efectivos, de 46 y 44 años, permanecen detenidos mientras avanza la investigación.
En el hospital de Río Cuarto, MR recibió múltiples estudios médicos y asistencia psicológica. “Antes de que yo declarara, ellos ya estaban presos”, relató la joven, quien destacó la rápida respuesta de los investigadores. Sin embargo, también expresó su dolor por la falta de contención emocional por parte de las autoridades municipales. “Vinieron a querer traerme un bolsón y yo lo que menos necesito es un bolsón. Como que me dieron la espalda”, señaló con tristeza.
Daños irreparables y la necesidad de apoyo institucional
Además de los daños físicos y emocionales sufridos por la víctima, MR lamentó las secuelas psicológicas que este trágico hecho dejó en su vida. “Son demasiados daños psicológicos y físicos”, advirtió.
En su relato, también mencionó las dificultades que enfrenta debido al impacto del abuso en su vida personal. “No solamente tuve daños morales terribles, yo ahora me tengo que mudar sin mis hijos porque yo no me puedo ir a otra ciudad con mis hijos de golpe”, comentó, visibilizando las dificultades que enfrenta para rehacer su vida tras este traumático acontecimiento.
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