

La madrugada del 27 de diciembre de 1978 marcó un episodio que hasta hoy sigue envuelto en el misterio. Severino Brunetto, su hijo Daniel Brunetto y Orlando Carrizo, empleados de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), realizaban un traslado desde San Francisco hasta Córdoba capital cuando vivieron un hecho inexplicable.
Según los documentos recientemente desclasificados por la Comisión de Estudio del Fenómeno OVNI de la República Argentina (CEFORA), los testigos relataron que a las 4:20 de la madrugada, al salir de Arroyito por la ruta 19, se cruzaron con un vehículo que llevaba las luces altas. Carrizo, quien conducía, respondió con un cambio de luces, pero al hacerlo, de manera inexplicable, se encontraron repentinamente en la localidad de Tránsito, sin haber notado el recorrido intermedio.
“Al cruzar ese vehículo con el nuestro, coloqué las luces altas y al hacerlo comprobamos que nos encontrábamos en la localidad de Tránsito, lo cual nos sorprendió ya que en ningún momento recorrimos ese trayecto”, declaró Carrizo en un informe presentado ante el Contramaestre de Central el 8 de enero de 1979.
Los tres trabajadores conocían bien la ruta y sabían que debían haber cruzado el río Segundo, pasar por un puente y por el frigorífico Rivarola. Sin embargo, no recordaban haber atravesado ninguno de estos puntos. El desconcierto los invadió mientras continuaban su viaje.
Kilómetros más adelante, cerca de Pedro Vivas, divisaron una intensa luz difusa rodeada de bruma flotando en el aire. Decidieron detenerse y observar.

Desde su camión, vieron un objeto con destellos provenientes de lo que parecían ventanillas giratorias. En la parte inferior, se desprendía una tenue bruma rojiza, mientras que un reflector blanco barría el cielo. “Su parte superior se dirigía de a ratos hacia un lugar a otro como si fuera un reflector que emitía una luz blanca y fuerte”, describió Carrizo.
Otros camioneros también se detuvieron para observar. En un momento, el objeto se desplazó unos 200 metros y se acercó. “Nosotros nos dirigimos hacia otro camión que estaba estacionado a unos 50 metros, diríamos más cerca del aparato quedándose en nuestro vehículo el Sr. Severino Brunetto. En forma repentina el potente haz de luz se dirigió hacia donde estaba nuestro camión arrojándose el Sr. Brunetto a tierra al ver la potencia de luz que se acercaba al mismo”, relató.
Uno de los camioneros enfocó una linterna hacia el objeto, que respondió con un resplandor cegador. Cuando recuperaron la visión, la nave había desaparecido. “Su potente reflector nos encegueció momentáneamente y, al apagarse, comprobamos con sorpresa que el objeto no se encontraba más, había desaparecido”, afirmaron en su declaración los Brunetto y Carrizo.
El caso fue publicado tres días después en el diario La Prensa, bajo el título: “Teletransportó un OVNI a un grupo de camioneros”. La noticia se replicó en otros medios, lo que llevó a EPEC a solicitar un informe detallado a sus empleados sobre lo ocurrido en la ruta.

Documentos desclasificados y teorías
Por casi cinco décadas, estos documentos permanecieron desconocidos hasta que Andrea Pérez Simondini, directora de CEFORA, accedió a ellos gracias a un ex empleado de la empresa que los resguardaba.

Esta persona visitó el Museo del OVNI, ubicado en Victoria, Entre Ríos, y le relató la historia. El ex empleado de EPEC, que falleció un tiempo después, le envió la documentación, pero por pedido expreso de su hijo se mantiene en reserva su nombre.
“Este caso para mí es de interés central porque estoy siguiendo las denuncias en las que las personas tuvieron reacciones físicas en relación a encuentros con el fenómeno OVNI. Aquí, en el caso EPEC, se manifiesta un evento de probable tiempo perdido”, señaló Pérez Simondini.
Simondini investiga casos en los que testigos de eventos OVNI han sufrido efectos físicos, como desorientación, náuseas y problemas auditivos. Entre los testimonios, surgen experiencias de “pérdida de tiempo”, donde las personas sienten que un lapso de su vida desapareció sin explicación.

Casos similares han sido vinculados con el Síndrome de La Habana, una afección documentada en diplomáticos expuestos a energía dirigida. Investigadores de fenómenos paranormales han comenzado a explorar si ciertos encuentros con OVNIs podrían generar efectos similares en la salud.
El caso EPEC sigue siendo un misterio. La recopilación de testimonios y documentos desclasificados ha arrojado luz sobre lo ocurrido aquella noche, pero las preguntas persisten: ¿Qué vieron realmente los camioneros? ¿Cómo se explica la supuesta teletransportación? Mientras la investigación avanza, el episodio de 1978 se suma al archivo de los grandes enigmas del fenómeno OVNI en Argentina. (Infobae)