REDACCIÓN ELONCE
En la madrugada de este viernes pudo observarse un eclipse lunar total, que comenzó alrededor de las 2 en nuestro país. De forma progresiva, la superficie del satélite empezó a oscurecerse durante una hora.
Alrededor de las 3, empezó a verse un tono rojizo en uno de los bordes de la luna y aproximadamente unos 20 minutos después, ya era posible observar de forma más clara ese tono.
Ya cerca de las 4, se registró el punto máximo del eclipse lunar total. Durante unos minutos, toda la superficie del satélite se observó roja. A partir de las 4:20 horas, comenzó la otra tapa del proceso, con la luna retomando su color natural. Este fenómeno pudo verse en toda América.
En diálogo con Elonce, Mariano Peter, del Observatorio de Oro Verde que abrió sus puertas para recibir a visitantes, mencionó que “estuvimos desde la medianoche hasta la madrugada con el telescopio principal y otros afuera para que la gente pueda ver”.
“Lo mejor se dio a partir de las 3”, afirmó sobre la plenitud del fenómeno y destacó que participaron unas 60 personas, lo cual “es una buena concurrencia”.
Además indicó que “el clima acompañó, y el cielo estaba espectacular. Cuando la luna retrajo su brillo se veían las estrellas y la gente se puso a mirar el cielo porque relucían. Siempre después de una lluvia la atmósfera se limpia y el cielo y las estrellas relucen mucho más y para el que no está acostumbrado es motivo de atracción y asombro”.
Peter manifestó que el eclipse de luna, como el observado esta madrugada, “es un fenómeno bastante común, cada seis meses se produce aunque no siempre lo podemos ver. En este caso cuando la Tierra se interpone entre la luna y el sol, el color rojizo que se ve en la luna cuando se produce la totalidad, tiene que ver con los rayos del sol que atraviesan la atmósfera y luego se proyectan sobre la superficie de la luna; dependiendo el grado de contaminación de la atmosfera depende el color si es más rojizo o no”.
Consultado sobre el interés de la gente en estos fenómenos, Peter opinó que se debe a la gran cantidad de información a la cual se tiene acceso. “Antes uno se enteraba por la tele, la radio o el diario, pero hoy estamos bombardeados de información con las redes sociales, grupos de astronomía y publicaciones, todos estamos más expuestos a una saturación de información, en este caso sobre el eclipse”.
