REDACCIÓN ELONCE
La comunidad educativa de la escuela "María Reina Inmaculada" de Paraná transita este viernes una jornada de solidaridad bajo el lema "Todos somos uno". En ese marco, Elonce rescató el valioso testimonio de la oficial principal Liliana Monzón, del área de Fortalecimiento Institucional y Comunitario de la Jefatura policial de Paraná. La policía es hija de un comisario que fue asesinado en el Macarone, pero lejos del estigma social y cerca de la comunidad, sigue viviendo en el barrio y colaborando para expandir el mensaje para garantizar el derecho de los niños a una educación en paz.
“El Macarone necesita dejar de ser estigmatizado y los chicos necesitan dejar de ser discriminados por pertenecer al barrio”, sentenció la oficial principal Liliana Monzón en diálogo con Elonce. Y continuó: “Si bien existen personas que no hacen cosas buenas, no todos son de esa estirpe; y es necesario que se pueda entender esa diferencia y que todos apoyen a la escuela porque los educadores son quienes tienen la posibilidad de demostrarle a los chicos las posibilidades que tienen por fuera; porque la María Reina Inmaculada seguirá en pie y la sociedad debe empezar a apoyarla dado que es una institución de gestión privada y necesita de recursos, sobre todo en el momento que atravesamos como país”.
En representación de la institución policial y como vecina del barrio Macarone, Monzón destacó la importancia de “trabajar con vecinos de la comunidad barrial para fortalecer los vínculos, que muchas veces se deterioran o se rompen”. “Nuestra función es trabajar para que el vecino vuelva a confiar en el accionar de los funcionarios policiales y organizamos foros de seguridad, que son los espacios para mantener un diálogo abierto con los vecinos a fin de lograr una comunicación más cercana y fluida con la Policía”, explicó en relación a la labor del área de Fortalecimiento Institucional y Comunitario de la Jefatura policial de Paraná.
Garantizar el derecho de los niños a una educación en paz
La policía destacó la importancia de la movida solidaria “para ayudar al futuro de los niños, para que vean que tienen oportunidades y salgan adelante, porque una clase social no determina si uno quiere alcanzar sus sueños; una clase social no te condiciona, sino que está en uno, si hacemos las cosas con esfuerzo y compromiso, el poder obtener sus sueños”.
En la oportunidad, Monzón contó que, junto a su madre, acompañaron al Padre Alejandro Patterson en la entrega de la copa de leche a los chicos de la guardería del barrio Macarone. Precisamente, gracias a esa labor solidaria, para la policía, “es una bendición” el abrazo al complejo educativo María Reina Inmaculada.
“Tenemos que aceptar al otro ser humano como es, porque todos somos diferentes, pero hay que ayudar a los que no tienen las mismas posibilidades para que puedan tener oportunidades y lograr lo que sueñan”, fundamentó la policía. Y resaltó: “Tenemos que defender el futuro de nuestros niños, no tenemos que marginarlos, porque esa es una forma de matar sus oportunidades”.
“Que dos o tres personas hagan el mal en un barrio, no significa que todos los vecinos sean malos; hay muchos talentos en el Macarone, muchas mujeres hacedoras y quienes necesitan oportunidades”, argumentó.
“Lo que hoy damos, ayudará al futuro de una persona para que pueda ser alguien en este mundo”, cerró Monzón.