La tan esperada pelea entre Mike Tyson y Jake Paul, que unió a dos figuras de renombre en el boxeo y el entretenimiento, se consolidó como uno de los eventos más lucrativos del año. Celebrada en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, el combate marcó el regreso de Tyson al ring después de 20 años de retiro, mientras que Jake Paul continuó su ascenso meteórico en el mundo del boxeo.
El enfrentamiento, que tuvo lugar ante más de 80.000 espectadores en el estadio, recaudó una suma total aproximada de 80 millones de dólares. A pesar de que las entradas al estadio se vendieron hasta el último momento, la transmisión del evento a través de Netflix, aunque accesible para una audiencia global, no logró llenar las expectativas en cuanto a la venta de boletos. No obstante, la presencia de Tyson, una de las leyendas más grandes del boxeo, junto con la polémica figura de Paul, quien atrae multitudes por su enorme base de seguidores en redes sociales, aseguraron una gran taquilla y ventas de derechos televisivos.
Respecto a los pagos, aunque no se han divulgado cifras exactas, especialistas de la industria estiman que Mike Tyson recibió alrededor de 20 millones de dólares por su participación en este megaevento. Este monto se aleja de los enormes ingresos que el campeón de peso pesado acumulaba en sus años de gloria, cuando llegó a ganar hasta 30 millones de dólares por pelea y sumó un total de 400 millones de dólares a lo largo de su carrera. Sin embargo, su retorno al ring a los 58 años le permitió asegurar una jugosa bolsa por un combate que se cargó de simbolismo.
Por otro lado, Jake Paul no solo ganó en el ring, sino también en el aspecto financiero. El influencer y boxeador estadounidense, conocido por su estrategia de marketing y sus dotes promocionales, había declarado que su objetivo era ganar 40 millones de dólares por el combate.
Según fuentes cercanas, su pago por este enfrentamiento estaría cerca de esa cifra, consolidando su ascendente carrera en el boxeo y su creciente patrimonio, que ya supera los 80 millones de dólares. Además de su rol como boxeador, Paul ha demostrado ser un experto en la promoción de eventos deportivos, lo que le ha permitido establecer un modelo de negocio muy rentable a través de su empresa Most Valuable Promotions, dedicada a organizar combates.
El evento, además de los boletos estándar, ofreció paquetes VIP que oscilaban entre 5,000 y 25,000 dólares, y una experiencia exclusiva denominada MVP Owner’s Experience, valorada en 2 millones de dólares. Esta innovadora oferta de acceso de lujo contribuyó a aumentar aún más las ganancias, convirtiendo la pelea en un espectáculo que fusionó el boxeo con el entretenimiento de élite.
(Infobae)