REDACCIÓN ELONCE
En el Barrio Aatra III y IV, la reciente asunción de la nueva comisión vecinal vino acompañada de un anuncio que generó controversia entre los vecinos. Autoridades municipales informaron que, según lo estipulado en una ordenanza vigente, una comisión administradora paralela comenzará a gestionar el Salón de Usos Múltiples (SUM) del barrio. La medida implica que el salón será administrado por una entidad integrada por representantes de instituciones vecinas, como jardines, centros de salud, entidades religiosas y otras asociaciones cercanas.
En este sentido, la presidenta de la comisión vecinal, Carolina Lavallen, explicó a Elonce: “En el mismo día de nuestra asunción nos informaron que se firmará con una comisión administradora paralela a la comisión vecinal, en base a un artículo de una ordenanza que ahora se pone en vigencia. Esta comisión administradora incluirá representantes de vecinales aledañas, jardines, policía, iglesia y otras entidades cercanas, quienes tendrán injerencia en el SUM del barrio”.
La presidenta destacó que el barrio cuenta con una trayectoria de más de 40 años en la administración del salón y, durante ese tiempo, ha mantenido sus puertas abiertas a toda la comunidad: “Esta vecinal ya gestiona el salón con transparencia, prestándolo a otros barrios, al centro de salud, a la universidad y a quien lo necesite. El SUM fue mejorado en 2015 gracias al presupuesto participativo, y ahora, por un cambio de categoría dentro de la ordenanza, se nos impone una administración conjunta”, expresó Lavallen. Agregó que la intención de los vecinos es mantener la administración del SUM en manos de la comisión vecinal que, hasta el momento, ha llevado adelante esta labor.
En tanto, Rosa, una vecina del barrio, manifestó su descontento con la decisión: “Esta medida debió haberse informado con antelación. El salón está en las condiciones actuales gracias al esfuerzo de las comisiones anteriores y de la gente del barrio. Hace cuarenta años que vivo aquí y siempre ha sido un ejemplo. No queremos permitir que el salón se comparta de este modo con otros barrios; cada uno debe construir su propio SUM”.
Otra vecina, en cambio, resaltó la vocación comunitaria del barrio, pero expresó su preocupación ante la posibilidad de perder el control sobre el espacio: “El SUM, el polideportivo, la guardería, la biblioteca y el centro de salud siempre se comparten con todos los barrios de los alrededores, y nunca se lo ha negado. Pero tampoco queremos que vengan personas de afuera, de barrios que ni siquiera tienen sus propias instalaciones, a querer administrar este SUM que ha sido fruto del esfuerzo colectivo de nuestra comunidad”.