El Gobierno argentino ha decidido cerrar el Museo Nacional de la Historia del Traje, ubicado en el barrio porteño de San Telmo desde 1972, según se publicó en el Boletín Oficial. La medida se justifica por el bajo número de visitantes, que promediaba solo 46 personas por día, y por el alto costo de mantenimiento, que superaba los 66 millones de pesos anuales en personal.
A través de diferentes anexos, se conoció un nuevo organigrama que determina, por un lado, que varios directores de museos se convertirán en coordinadores, y por otro lado, que el museo a cargo de Victoria Salías dejará de funcionar de este modo.
A pesar del cierre, la Secretaría de Cultura anunció que la vasta colección del museo, que comprende más de 9.000 piezas, permanecerá en el edificio como depósito y se llevarán a cabo muestras itinerantes en otros centros culturales del país.
De acuerdo con trabajadores del museo a medios nacionales, el Gobierno planea abrir en donde se ubica el museo un nuevo centro cultural, “con foco en la cultura independiente”, en el que se programarán obras de teatro, muestras artísticas y otras propuestas culturales. Sin embargo, como el edificio fue declarado en 1990 Monumento Histórico Nacional, es poco probable que se puedan hacer grandes reformas.
El Museo del Traje se encontraba en una casona de estilo italianizante construida en 1870, que fue hogar de las familias Anasagasti y Luzuriaga. Este edificio, representativo de la arquitectura doméstica porteña, es conocido como una típica “casa chorizo”, con su característica disposición de habitaciones en línea, zaguán, galerías y patios.
Dedicado a preservar y recrear la historia de la moda, el museo ofrecía un recorrido por el lenguaje del traje y su conexión con el arte y el contexto social. Su colección abarcaba desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad, comenzando con vestimenta de los pueblos originarios y africanos y continuando con las influencias de diversas corrientes inmigratorias.
Entre las piezas más destacadas se encontraba la evolución de la indumentaria del siglo XIX, con un enfoque particular en el gaucho, así como la icónica figura de Eva Perón y su representación a través del New Look de Christian Dior, junto a la moda de las décadas de 1960 y 1970.