El papa Francisco rezó por las personas enfermas con viruela del mono, virus al que calificó como "una emergencia sanitaria mundial", y pidió a los gobiernos y laboratorios que "compartan los tratamientos" para garantizar "una adecuada asistencia médica" en todos los países.
"Deseo manifestar mi solidaridad con las miles de personas afectadas por la viruela del mono, que ya constituye una emergencia sanitaria global", sostuvo este domingo durante el rezo semanal del Ángelus que encabezó en el Vaticano.
También rezó "por todos los infectados, especialmente la población de la República Democrática de Congo, que tanto ha sufrido. Expreso mi cercanía a las iglesias locales de los países más afectados por esta enfermedad", añadió el Sumo Pontífice.
"Animo a los gobiernos y a las industrias privadas a compartir la tecnología y los tratamientos disponibles para que a nadie falte una adecuada asistencia médica", destacó, en un contexto donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a aumentar la producción de vacunas contra la enfermedad.
La OMS decretó el 14 de agosto pasado la emergencia sanitaria pública internacional, el máximo nivel de alerta, debido al aumento de los casos de mpox o viruela del mono en la República Democrática del Congo, Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.
Aunque el virus se conoce desde hace décadas, el reciente incremento se debe a una nueva variante más mortal y transmisible, llamada clado 1b. La Unión Africana informó que desde el 1 de enero se han contabilizado casi 21.500 contagios y 591 muertes en trece países de ese continente.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela del mono?
La enfermedad es causada por el virus de la viruela símica, perteneciente al mismo grupo de virus que la viruela, pero es mucho menos dañino. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolores de cabeza, hinchazón, dolor de espalda y dolores musculares.
Cuando la fiebre baja pueden aparecer erupciones que suelen comenzar en la cara y luego se pueden extender a otras partes del cuerpo, sobre todo las palmas de las manos y las plantas de los pies.
La erupción, que puede causar mucha picazón o dolor, cambia y pasa por diferentes etapas antes de formar finalmente una costra que luego se cae. Las lesiones pueden dejar cicatrices. La infección suele desaparecer por sí sola y dura entre 14 y 21 días. En los casos graves las lesiones pueden abarcar todo el cuerpo, especialmente la boca, los ojos y los genitales.
Fuente: C5N